Escándalo en la Convención: al Doctor Augusto Carlín lo empujaron y tomaron por el cuello; Personas que se encontraban –circunstancialmente- en los baños, impidieron que las cosas terminaran mal para el Constituyente.

EDITORIAL PROGRAMA “DE FRENTE”

Un bochorno que tuvo como protagonistas a Convencionales y asesores; Hubo empujones e insultos hacia el dirigente de Basavilbaso y aquel que fue durante años la máxima autoridad de la Justicia entrerriana, quien pasó un muy mal momento ya que lo tomaron por el cuello; Gracias a la participación salvadora de otros asesores hubo un buen final, los mismos ayudaron a Carlín a “safar” de la complicada situación.

Escándalo en la Convención: al dirigente oriundo de Basavilbaso y ex Juez del Superior Tribunal de Justicia, Augusto Carlín, lo tomaron por el cuello integrantes del grupo de asesores de la Constituyente. Estos lo insultaron, zamarrearon e incluso, lo estaban dejando sin aire debido a la presión que ejercían sobre su garganta.

Ayer la noticia fue el Senado, cuando un grupo de Legisladores se enfrentaron a golpes de puño, patadas y revolcones en el Salón de Gobernadores. Anoche le tocó el turno a la Reforma, al Doctor Miguel Augusto Carlín lo empujaron, golpearon y tomaron por el cuello en la entrada a los baños del edificio de la Bolsa de Cereales, lugar donde sesionaba la Comisión de Régimen Municipal que dicho Convencional integra. Parece que los ánimos están muy sensibles y la Reforma de la Constitución no escapa a esta situación.

Los incidentes de ayer comenzaron cuando un grupo de asesores del Diputado José Allende, el ex Intendente de Nogoyá, Doctor Jorge Moreira, y del Convencional Juan Carlos Almada, Cristian Espíndola y José Aranguren, presentaron un proyecto sobre las autonomías municipales. En el mismo propusieron que las comunas dictaran sus propias Constituciones y que en las mismas se incluyera la posibilidad de presentar un plebiscito.

Carlín, ante la presencia de todos los Convencionales y asesores, se burló de la presentación diciendo que la misma era un “mamarracho”. Palabras que habrían sacado de los cabales a los asesores que entendieron que el ex Juez del Superior Tribunal se estaba burlando de ellos, que los menospreciaba y ninguneaba.

Así que luego, en un momento en que Carlín se levantó de la sala, algunos asesores lo habrían seguido por los pasillos hasta arrinconarlo en la entrada del baño. Se dice que fue el asesor del Diputado Almada quien puso contra la pared al Convencional y, en medio de insultos, forcejeos y gritos, lo tomó del cuello y lo zamarreó por el término de algunos minutos.

Momentos interminables para un Carlín que, desesperado, comenzó a pedir auxilio. Cuentan que el Constituyente primero comenzó a gritar y después sólo pudo emitir balbuceos, pero que en el esfuerzo llamaba por su nombre a otro asesor que se encontraba dentro del baño y al que alcanzó a reconocer: “Álvaro, Álvaro, socorro, por favor, Álvaro, no doy más…”, habría repetido Carlín mientras un asesor petiso y morrudo lo llevaba de un lado a otro tomándolo por el cuello y empujándolo contra la pared.

Sin embargo el tal Álvaro, que habría escuchado la llamada de auxilio, no habría podido salir al instante porque estado haciendo sus necesidades. Ni bien logró acomodarse las ropas, salió en ayuda de Carlín quien, a esa altura, la estaba pasando muy pero muy mal por culpa de un asesor petiso y morrudo, mientras otros de sus pares esperaban el turno para poder golpear al Convencional.

Por medio de su intervención, Álvaro habría ayudado a Carlín a salir de tan complicada situación, sin embargo el ex Juez no pudo reponerse y luego del incidente estuvo bastante tiempo pálido, sin poder hablar y temblando de nervios, por lo que varios de sus pares comenzaron a preocuparse por su salud.

Escándalo en la Convención. Ayer fue el Senador. Anoche le tocó el turno a los Constituyentes.

Lo llamativo, es que la Comisión en la que ocurrieron los hechos es una de las que mejor viene trabajando. Incluso un rato antes, uno de los Convencionales destacaba la labor en conjunto.

En definitiva, un filósofo decía: «Quien hiere la campana se pone a oír el sonido».

RICARDO DAVID.