“En el caso de la postura que surgió de la asamblea dirigente justicialista, de hacerle un homenaje al padre; Si a él le molestó, o no sé que le ocurrió en el medio, fue algo que se decidió en asamblea y si él piensa que es una cuestión extra, yo no me hago cargo”.
“Quienes hablaron con él fueron dirigentes del peronismo entrerriano para, por un lado en su carácter de presidente del partido pedirle el partido para utilizarlo en ese día de festejo y por otro lado, luego votar en la asamblea el hecho de que el militante al que había que agasajar en Villaguay, se caía de maduro que era Carlos Fuertes”.
“Lo que ocurre internamente es una situación lógica de no oposición, el propio peronismo genera una especie de oposición natural, que implica que haya diferencias de opiniones, pero la dureza es en un contexto normal y respetuoso, no se traduce en la vida diaria, por lo menos en lo que a Villaguay respecta, con el intendente Fuertes y el senador Ghirardi tenemos una relación respetuosa”.
“Yo no he hecho declaraciones duras, no he faltado el respeto. A su vez, creo que el dirigente que personaliza una discusión política es poco inteligente o no sabe de qué se trata el juego. El que sabe, no personaliza, y a la hora de dialogar dialoga, y a la hora de acordar acuerda. A ese hay que valorarlo, y al que quiere quedar bien con dios y con el diablo es al que hay que tenerle desconfianza”.
