Ante la proximidad del año electivo.
Ya mandó el proyecto, Roberto Schunk sería el próximo ministro de la Producción, y Guillermo Federik el de Planificación; sorpresivamente queda afuera Molina.
Urribarri completa su comando político, ascendiendo a generales a Roberto Schunk como ministro de la Producción, sorpresivamente dejándolo afuera a Carlos Molina (para que se encargue del tren bala), y a Willy Federik como ministro de Planificación, sumándose a los que ya estaban: Diego Valiero en Economía, Adán Bahl en Gobierno, Ángel Giano en Acción Social, Sigrid Kunath secretaria General de la Gobernación y su mano derecha y Julio Rodríguez Signes como Fiscal de Estado (su amigo).
Habría dos más que permanecen en las sombras y que tienen gran incidencia en el dibujo táctico, aunque de ellos nadie quiere hablar.
El gobernador confía en darle un gran impulso al área de la producción después de los anuncios de inversión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y para esto apostaría a la figura del actual secretario de la Producción Roberto Schunk, y al de Planificación el arquitecto Guillermo Federik, considerado desde sus inicios como funcionario hace más de veinte años como «el pibe 10», aunque con el paso del tiempo habría dejado esa categoría para convertirse en veterano.
Fuerte apuesta de Urribarri por los tiempos electorales que se avecinan, donde seguramente tomará los resultados como un plebiscito a su gestión y a la de Cristina Kirchner, más allá de los nombres que integren la lista de diputados nacionales y que hoy se encuentran en medio de una polémica ante el renunciamiento público de Busti.
Inesperada designación de Schunk, ya que desde un principio al conocerse la ampliación de ministerios, el número puesto para todos era Carlos Molina que hoy está al frente de la Unidad Ejecutora Ferroviaria.
Como dijera un filósofo, casi todos los hombres mueren de sus remedios, no de sus enfermedades.
