El gobernador Gustavo Valdés descuenta una victoria de su hermano Juan Pablo con más del 50%; el peronista Ascúa y Colombi disputan el segundo y tercer escalón del podio; el nivel de participación superó el 72,4%
Con algunos atisbos de la tormenta de Santa Rosa que afecta a gran parte del país, y sol pleno en esta ciudad, cerró este domingo la votación para gobernador en Corrientes. En la sede de la UCR se viven por estas horas momentos de expectativa, a la espera, según datos extraoficiales, de un triunfo en primera vuelta en el proceso electoral que definirá al sucesor del radical Gustavo Valdés por los próximos cuatro años. El intendente Juan Pablo Valdés, el hermano del gobernador, se transformaría así en el nuevo gobernador de la provincia. Pero hay dos candidatos opositores, Ricardo Colombi y Martín Ascúa, que pugnan por entrar al balotaje.
Tras el cierre de la votación, en el comité oficialista se atribuían la victoria este mismo domingo, mediante la difusión de un mensaje en las redes sociales con la leyenda “ganamos”, mientras que en el bunker peronista daban a su candidato Ascúa “en segunda vuelta”.
No menos optimista aparece Almirón, quien en las últimas horas repasó en hotel de esta ciudad las alternativas del comicio junto a su mesa chica. “Podemos ganar, empatar o perder, pero competimos”, dijo el candidato libertario a LA NACION, y defendió así la decisión de presentarse con listas propias, luego de las frustradas negociaciones entre Valdés y la Casa Rosada para ir aliados a estas elecciones.
“Nos pidieron hasta cambiar el nombre de la alianza”, retrucan cerca del gobernador Valdés para explicar el fracaso de los contactos con Balcarce 50. Leal a la Casa Rosada, Almirón desmiente que haya habido presión libertaria excesiva sobre Valdés, encabezada por Karina Milei y “Lule” Menem, y pone el dedo índice en el “estatismo” del gobierno correntino, en su “vocación por los monopolios” en áreas como las comunicaciones y la energía, y en sus listas, “llenas de kirchneristas”.
Tres días después de los incidentes al paso de la secretaria general de la Presidencia, los libertarios siguen pensando que fueron sectores cercanos al gobernador los que provocaron los incidentes antes y durante la caminata de Karina Milei y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, por la peatonal Junín. “Querían joderla a Karina”, afirma una importante voz libertaria. En el gobierno provincial lo desmienten, y aseguran que quienes llegaron allí con pancartas y a los gritos contra “el 3 por ciento” de supuestas coimas y los recortes en discapacidad pertenecen al Movimiento Evita y sectores del kirchnerismo.