Se tapan la nariz hasta después del 28.
Urribarri y sus funcionarios siguen sin participar en los actos de campaña de los candidatos del PJ, más allá de las fuertes críticas públicas por parte de estos.
La actividad proselitista de los candidatos del PJ sigue sacudiendo internamente al oficialismo, el mismo Busti, jefe de campaña y armador de esta lista no ha cesado en dirigir duras críticas al gobierno provincial, a sus funcionarios por no acompañar a los candidatos, por no dar la cara ante los reclamos que realiza la gente en sus recorridas proselitistas, como que los han dejado solos, librados a su propia suerte.
Desde el otro lado mientras esto ocurre, el responsable del gobierno provincial a quien van dirigidas por elevación las críticas, Urribarri, se mantiene en un sospechoso silencio.
Es indudable que la decisión del gobernador, por lo tanto transmitida a sus funcionarios, es no acompañar, no subirse al palco con los candidatos. Algunos de los motivos que trascendieron serían que no pueden hacerlo mientras el eje de campaña de Busti no es solamente no hablar bien del gobierno nacional, sino pegarse a la figura de Reutemann elevándola.
Además, tener que subir al palco donde Busti exprese o amenace con disputar la conducción del PJ a Kirchner, como que el ciclo de este ya estaría agotado.
Pero estos no serían los únicos motivos, habría otros que también evaluan qué pasaria si Urribarri sube al palco, quién cerraría el acto, si el jefe de campaña que es el presidente de la Cámara de Diputados, o el gobernador.
Daría la impresión de que Urribarri este protagonismo no lo quiere perder
Un filósofo decía: “Un poco de sinceridad es cosa peligrosa, mucha sinceridad es absolutamente fatal”.
