Halle salió al cruce de las declaraciones de Benedetti.
Manifestó categórico, el intendente de la ciudad de Paraná, José Carlos Halle, frente a un comunicado del primer candidato del Acuerdo Cívico y Social, donde expresa su “solidaridad con los intendentes peronistas”.
“Evidentemente (Atilio) Benedetti está mirando otra película –disparó Halle- cuando habla de la crisis propiciada por el actual gobierno y, lo que es peor, insulta la memoria de los ciudadanos que saben perfectamente hasta dónde caímos en 2001, en manos de la fuerza política que hoy representa, y lo difícil que fue construir un presente dónde, aunque queda mucho por hacer, existe previsibilidad económica e institucional; dónde es posible trabajar y proyectar”.
“Que el candidato se concentre en exponer sus ideas y nos deje a nosotros –los intendentes peronistas- hacer nuestro trabajo. Con aciertos y errores, somos nosotros los que abordamos todos los días las demandas ciudadanas trabajando para producir las respuestas. Nosotros no hablamos con discursos. Hablamos con hechos, con trabajo, con coherencia de acción que trasciende un momento electoral”.
“La agresión y la descalificación per se, han saturado ya la paciencia de los ciudadanos. Declaraciones explosivas, más vinculadas a fuegos de artificio que a argumentación de ideas y de proyectos, sólo restan al juego democrático, ese que los militantes del centenario partido afirman defender. No es momento. Son otras las cosas que el pueblo quiere escuchar y, sobre todo, ver”.
“Creo que, a una semana de la definición sobre quiénes nos representarán a los entrerrianos en el Congreso de la Nación, es aconsejable un alto el fuego declarativo y mediático para que los ciudadanos puedan hacer su propio balance; hacer memoria, comparar y sacar sus propias conclusiones. Y, en este proceso, es que yo los insto a preguntarse y responderse con honestidad: ¿Bajo qué gobierno el país y la provincia presentaron un escenario de estabilidad (económica, política y social) que permita trabajar y proyectar a mediano plazo? ¿Cuándo hubo seguridad en las fuentes laborales y perspectivas de crecimiento para cada uno en lo suyo? ¿Qué es lo que cada uno de los vecinos ha podido hacer los últimos años; pudo cambiar el auto, ampliar la casa, comprarla…? ¿Cuándo los jubilados pudieron llegar con dignidad a fin de mes? ¿Cuándo los asalariados tuvieron un periodo tan largo de previsibilidad? ¿Cuándo los emprendedores tuvieron reglas claras y estables para desarrollar sus proyectos? ¿Cuándo fue posible tener vacaciones o llegar a un ahorro, aunque sea pequeño? Y las preguntas siguen…”
“Hay datos de la realidad que cada uno de nosotros experimentamos a diario y que chocan contra los pronósticos catastróficos propios de estos momentos, ampliados exponencialmente por la arremetida de los medios de Capital Federal. Pero creo que no podemos soslayar, por ejemplo, que esta es quizá la primera vez que un crisis exógena, aún con las características globalizadas y particulares de esta crisis internacional que expulsó millones de puestos de trabajo, fundió empresas, hizo tambalear estados y que, sin embargo, en nuestro país, siempre propenso a resfriarse cuando alguien estornuda cerca… significó en todo caso una ralentización del crecimiento. Este y otros datos de la estricta realidad, poseen la suficiente contundencia como para imponerse a los discursos floridos y rimbombantes que nacen y mueren en el juego de la puja electoral, pero que de ninguna manera pueden tapar los hechos. El sol, no se tapa con la mano”.
