Ver.
El gobierno provincial, en su círculo más intimo ha dado a conocer que si las presiones siguen siendo al igual de duras e intensas como las vividas bien temprano este día sábado pasado en la Casa Gris, puede haber una marcha atrás en lo que dentro de pocos días pueda aparecer impreso en el Boletín Oficial.
Tanto Jorge Busti como Sergio Urribarri entienden que el enfrentamiento con un gremio combativo y avasallante con ha demostrado ser ATE, no es algo que le convenga ni al gobernador saliente ni a quien desde el 10 de Diciembre será el nº1 de la provincia, por lo que al parecer se estarían reviendo algunas cuestiones que hacen a la letra chica de lo reformado.
Pese a la firmeza con que se ha salido a respaldar el reforma del Régimen Jurídico Básico, habrá que ver hacia fin de año sino hay modificaciones sobre lo que ha resuelto la Legislatura provincial pese a la oposición de este importante gremio, que con sus movilizaciones y escarches ha puesto en jaque una posición que parecía inamovible.
Quienes detentan el poder político provincial saben que la decisión que se ha tomado no era lo esperado por el pueblo entrerriano ni por los mismos empleados públicos, pero aun así entienden que si se da un volantazo volviendo atrás lo ya reformado, se puede quedar en manos de quienes tiempo atrás pusieron a media sociedad en contra del Ejecutivo Provincial.
La estrategia oficial de hacer quedar este conflicto como una guerra entre ATE y UPCN no ha calado hondo en la gente ni en la opinión publica, lo cierto es que las presiones que se vienen pueden ser mayores que las que un gobernador entrante pueda soportar y hay muchos que esperan las vacaciones para poder despegarse de lo sucedido.
