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Entre Ríos sigue siendo el epicentro del conflicto, tal es así que en el discurso que hoy daba Néstor Kirchner los medios nacionales dividían la pantalla dejando una mitad para el orador y la otra para mostrar como los productores de Gualeguaychú escuchaban atentos.
La pregunta es ¿Cómo se sale de esto? Porque acá el enfrentamiento ya no es productores contra el gobierno, ahora hay Gobernadores, Legisladores, Intendentes y dirigentes del PJ que están en contra de las medidas de la Nación.
Queda la impresión que el país está en anarquía. La experiencia dice que la historia no se inventa sino que se repite. Y acá hay gran similitud con épocas pasadas. La gente quiere un cambio de rumbo, no a través de un golpe de estado, sino por medio del diálogo.
Y la única forma que este diálogo se de es sacando figuras irritantes que Cristina Fernández tiene al lado, los F, los D´Elía, nombres que irritan a los ciudadanos y de las que es necesario prescindir, o tal vez cambiar, porque estos han agarrados por caminos que a la gente le molesta, cuestión que se ve reflejada en las encuestas y en la vertiginosa caída de la imagen de la Presidenta.
El cambio de estas figuras irritantes es sumamente necesario, se trata de personajes que están muy cerca del poder central y que tienen un gran manejo. Los mismos que no han progresado desde la década del ´70 a hoy, que viven del apriete y creen que la solución a los reclamos es la violencia.
Aquellos que han hecho del apriete una forma de hacer política y no se dan cuenta que con esto se van a llevar puestos a Gobernadores como el caso de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Chubut, e incluso a Intendentes que están imposibilitados de distanciarse de los ejecutivos provinciales y nacionales, ya que estos son el último eslabón de la cadena de dependencia económica.
Para encarrilar el tren de este país es necesario echar esta gente ¿Y si no se los cambia? Entonces es porque Cristina Fernández perdió al discusión interna, esa que se da en la mesa chica del oficialismo.