Urribarri: La paciencia tiene un límite.
Mientras se habla de un posible diálogo secreto entre el ex y el actual, Urribarri graficaba la conflictiva relación con el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia ante intendentes y allegados.
Los rumores dicen que Urribarri y Busti estarían hablando bastante a menudo en los últimos días por el tema de la Convención, de la reelección de los intendentes y principalmente por el polémico acto del 17 de octubre con la visita del ex presidente Néstor Kirchner, para evitar cruces y enfrentamientos.
Mientras estas versiones circulan en los círculos íntimos, algunos intendentes y allegados al gobernador recordaban lo que éste les había expresado acerca de que desde que asumió, Busti le estaba haciendo la vida imposible, enumerando el tema del conflicto del campo, las amas de casa y el barullo del presupuesto.
Y una de las cosas que más le habría molestado a Urribarri, fue que lo criticara en reuniones chicas y que enviara a otros a que lo expresaran públicamente, asegurando que estaba más en Buenos Aires que en la provincia de Entre Ríos, descuidando la gobernación, olvidándose Busti de que ‘en el último año de su gobierno, el que vivía en Buenos Aires era él, y el que gobernaba la provincia era yo como Ministro de Gobierno, que tuve que atender los conflictos con los docentes, los reclamos de obra pública de los intendentes y muchas cuestiones más’.
Pero la paciencia tiene un límite, ‘me metió un dedo en el cul… y lo aguanté, me metió dos y lo aguanté, me metió tres y lo aguanté, me metió una mano y lo aguanté, me metió las dos manos y lo aguanté, pero que me empiece a aplaudir adentro no, ya dije basta’, habría graficado muy criollamente Urribarri.
Todo esto habla de la conflictiva relación en esta lucha de poder, más allá de algunas charlas, entre el ex y el actual, que podría explotar con el acto del Día de la Lealtad, el 17 de octubre.
Como dijera un filósofo: “El que no puede lo que quiere, que quiera lo que pueda”.
Ricardo David.
