“Nosotros pedimos un aumento de 15%, y nos ofreció un 4% que es muy pobre, si tenemos en cuenta el desfasaje con la canasta básica de alimentos”, dijo el gremialista.
“Lo que nos ofreció Gracilazo está muy por debajo de lo que le habíamos solicitado. En estos últimos tres años de mandato seria una lástima que sigamos enfrentados con el intendente, porque el que pierde es pueblo de Victoria”.
“Nuestro escalafón es bastante interesante, el empleado que menos cobra recibe mil doscientos pesos, a lo que hay que sumarle la antigüedad. Una situación particular es que en planta permanente hay 350 empleados, y también hay 350 que se encuentran jornalizados; estamos luchando para que se reforme el artículo 82 y se amplíe la planta”.
“Nosotros estamos acostumbrados a que para fin de año se acabe el presupuesto para el pago de salarios. Sucede que el conflicto político distorsiona todas las cosas, y hace que sea más difícil que escuchen nuestros reclamos”.
“Esta es la tercera intendencia de Gracilazo, que lleva 13 años de gestión, y siempre estuvo abierto al diálogo, pero es muy difícil de convencer, y en tantos años no hemos podido hacer que dé respuesta a los pedidos de los trabajadores. Es lamentable que por problemas políticos nos perjudiquen a los trabajadores municipales”.
“Me parece que los empleados municipales tenemos que seguir la lucha para lograr conseguir mejoras en nuestras condiciones laborales”.
