“El acto se suspendió por el mal tiempo, porque ya sabíamos que se estaban convocando ruralistas y dijimos que pasara lo que pasara el ministro y el gobernador venían igual”, aseguró Aurelio Suárez.

“Esperábamos el acto de inauguración de obras en Nogoyá que merecen que la gente las conozca, pero el intendente avisó que se suspendía”, dijo el senador.

“No sé si hay un divorcio entre el gobierno nacional con la gente o con la gente de la zona rural. Creo que deberíamos respetarnos, en los pueblos chicos aprovechan la oportunidad para mostrar e inaugurar una obra que la ciudad lo necesita. Es justo que cada intendente o la localidad festeje estas inauguraciones, eso se va haciendo de acuerdo al tiempo que tiene el gobernador, o los ministros, y creo que no es justo que una protesta lleve a que se suspenda”.

“Creo la gente está afectada, pero así también lo están los trabajadores de la fábrica, y ellos no han salido a reclamar. Los humores son diferentes, las cuestiones son otras, van más allá de las necesidades y de los reclamos. Lo que le hicieron a Lauritto, que es un hombre de bien, es una barbaridad y una falta de respeto”.

“Me manifestó el intendente que un dirigente de la rural de Nogoyá dijo que no se hacía cargo de los que venían de afuera, pero si es un dirigente por más que vengan de afuera uno es responsable de los que lleva”.

“Creo que están apostando al fracaso del gobierno, porque Lauritto los atendió en una charla amena para ver los problemas, y después le tiran huevos y lo agreden. Estamos llegando a límites que la gente no quiere, veo que los humores no son todos iguales. Estoy de acuerdo con las protestas, pero no con agredir e ir a la casa de los funcionarios a escrachar, porque no se llega a nada”.

“Como estamos en democracia, que esperen las elecciones, se presenten, y si ganan hagan lo que creen conveniente para cada sector, pero mientras tanto se debe respetar, más allá de las equivocaciones o no”.

“Creo que se hace lo posible para salir de la crisis, se está buscando la forma. A Argentina también llegan los coletazos de la crisis, pero en otras épocas habría sido peor”.

“Hay que instar al diálogo. Lo de la 125 era un problema que había dictaminado el gobierno nacional, el Ministerio de Economía, y se protestaba cortando las rutas, y no se dejaba pasar a nadie, y hoy eso la ciudadanía no lo apañaría”.

“En un primer momento nos provocaron dolores de cabeza porque salimos a decir que apoyábamos los reclamos, aunque no los cortes, pero ¿por qué ahora no vienen ellos a acompañar a los obreros de la fábrica? No sé si son egoístas, pero cada uno defiende su quinta. La gente es individualista, y cada uno cuando nos tocan los bolsillos, actuamos de acuerdo a lo que nos llevan los instintos”.

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