“Estamos en una conversación muy abierta con el gobierno, con la Secretaria de la Producción, el productor quiere producir y no que le regalen nada, sólo una oportunidad más ya que desde hace años nos viene asediando la sequía; hace 25 años éramos 45 productores de medianos a grandes, hoy somos 17” dijo el presidente del movimiento social “Quinteros”.
“El cuadro en este momento es un poquito más alentador, tuvimos unas gotas que cayeron en la zona pero fue para el día, porque las bombas de riego ya están funcionando de nuevo”.
“La mayoría tenemos sistema de riego artificial con agua de pozo de 120 metros de profundidad. Estamos en tratativas con el gobierno de la provincia para ver si nos pueden paliar la situación con créditos blandos para hacer más perforaciones; y si está al alcance de la provincia, poder acercarnos durante este año algún ramal de agua dulce del río, que lo tenemos a muy pocos kilómetros de nuestras huertas”.
“La zona hortícola está en el conurbano, en la zona sur y norte, y todos estamos en el mismo trance de tratar de salvar lo poco que pudimos tener hasta ahora, y luchar contra las plagas que trae la sequía y las pestes que traen los insectos”.
“La huerta es nuestro medio de vida desde hace muchísimo tiempo, somos dos hermanos y estamos trabajando a lomo partido, está muy jodida la mano. Cuesta mucho producir una verdura de hoja que es todo tiernito, todo a base de lluvia y agua. Por ejemplo, este año nos vemos imposibilitados de producir batata porque viene bajo tierra, y la tierra esta tan seca que la planta ni siquiera puede mantenerse con la pobre humedad que tiene y no contamos con sistema de riego, porque se siembra en grandes extensiones, 5 o 6 hectáreas por productor”.
“Mi quinta está en la zona sur de la ciudad, producimos zapallito, lechuga, tomate, chaucha, achicoria. En la producción a hortícola estamos desde 1986, y hasta ahora seguimos en el mismo rubro”.
“Nos reuniremos con el CFI, de quienes ya tenemos un crédito otorgado que ahora en mayo empezábamos a pagar. No sabemos como vamos a empezar a pagarla, ya no sabemos de donde sacar plata para pagar los insumos, y ni hablar de crear infraestructura. Elevamos un proyecto que contempla todo para que la producción hortícola no desaparezca y no tengamos que importar mercadería”.
“Con las pedradas, las lluvias, los hongos, lo nuestro es una lotería, jugás un numero y tenés una posibilidad en mil. Por ahí dicen que la verdura está cara, pero muchas veces el productor se tiene que comer la producción, porque si hay una lechuga para cortar hoy no la puede guardar en un silo, hay que venderla, y al precio que se pueda vender en el día. Somos carne de cañón cuando la producción sube un poquito los precios”.
