“Cuando se negocian salarios y de golpe se resuelven medidas extremas, el problema deja de ser salarial y pasa a ser político, o de disputa de poder”, aseguró Gustavo Bordet.

“Llama la atención que esto sólo ocurra en municipios agremiados en una determinada Federación; hay una disputa de poder muy fuerte entre federaciones, que hace que el pato de la boda seamos los intendentes y los vecinos”, dijo el intendente de Concordia.

“Puede ser que pase por la interna gremial, hay posicionamientos políticos de algunos dirigentes de las federaciones para posicionarse políticamente y obtener así más beneficios. Pero no es este el camino, no lo compartimos en absoluto”.

“A los 10 es la primera reunión que se dicta en el marco de la conciliación obligatoria, donde vamos ver si encontramos solución al conflicto, para el cual hemos acudido a la mediación de la Dirección de Trabajo para encauzarlo y ver de qué modo logramos una resolución satisfactoria para ambas partes”.

“El reclamo excede todas nuestras posibilidades. Nos reclaman blanquear 100 pesos de un código que está en negro, que es el único código que existe. El trabajador en Concordia tiene un básico de 920 pesos, está entre los más altos de la provincia. Y nos piden un 10% de aumento, o un equivalente a una suma no remunerativa en negro de 150 pesos”.

“Son pretensiones que de aceptarlas nos insumirían 9 millones y medio de pesos en el año, lo que comprometería las finanzas de nuestro presupuesto. Nos veríamos impedidos de pagar proveedores, los sueldos en tiempo y forma, y nos anularía la posibilidad de prestar los servicios correctamente. En ese marco es imposible un aumento”.

“Además, en el contexto, en la Nación no hay aumento, ni en el sector privado, ni en las otras provincias, ni en otros municipios. Estamos viviendo una recesión muy aguda. El año pasado, con otra situación, dimos un 30% de aumento de sueldos y tuvimos un 28% de aumento de ingresos. Cuando hay aumento de ingresos en la misma proporción hay aumento de sueldos”.

“Pero ahora los ingresos están estancados, la coparticipación está en los mismos niveles de 2008, y tocar la variable salarial sería dejar de prestar servicios y aumentar las tasas a los contribuyentes, y no queremos hacerlo”.

“El año pasado el porcentaje del presupuesto destinado a sueldos fue el 63%, este primer trimestre, sin haber aumentos ya estamos en un 66%. Si accedemos nos vamos a un 80% y sería absurdo una municipalidad cuya única función sea pagarle los sueldos a los empleados y no prestar ningún servicio, está fuera de toda lógica”.

“No es política de los justicialistas deshacerse de los empleados, pero en un análisis frío es tal cual se presenta. Pero hay que tener en cuenta que los sueldos no son malos ni de niveles bajos, el sueldo promedio de un empleado municipal de planta permanente ronda los 2.700 pesos, no estamos hablando de salarios de hambre. El trabajador que menos gana tiene un mínimo garantizado de 1.240 pesos, y estamos dispuestos a llevarlo hasta 1.350”.

“Por eso creo que este conflicto tiene que tener un marco de cordura y sobre todo de respeto mutuo, porque nosotros hemos estado abiertos al diálogo, reunidos con la asociación gremial, y de buenas a primeras nos han respondido con un paro por tiempo indeterminado, que prácticamente paraliza la ciudad. Son cosas que uno no termina de entender, y es donde empieza a jugar otro componente, que es de corte político”.

“En este momento no hay paro porque estamos en conciliación obligatoria, pero si no, estaríamos en la misma situación que Gualeguaychú o Concepción del Uruguay. La reunión de ayer fue un hecho inédito, los intendentes de la Liga Justicialista somos 54, y había 48 presentes, que nos podamos sentar con el gobernador y los ministros de Gobierno y Economía a definir una estrategia común es muy importante, y sobre todo un apoyo muy firme para garantizar la prestación de servicios donde se paralice por estos paros salvajes por tiempo indeterminado”.

“Uno entiende las medidas de fuerza cuando hay un reclamo, pero lo que no se entiende son las medidas extremas de buenas a primeras que paralizan los servicios de una ciudad y perjudican a los vecinos, que son quienes contribuyen con el sistema a través del pago de tasas”.

“No creo que tenga un tinte de internas para las próximas elecciones, pero sí hay un componente político muy fuerte, porque cuando se negocian salarios, se ofrece una parte, hay voluntad de acercamiento y diálogo, y de golpe se corta todo y se resuelven medidas extremas, el problema deja de ser salarial y pasa a ser político, o de disputa de poder”.

“Llama la atención que esto ocurra en municipios que están agremiados en una determinada Federación, y no ocurra en los otros que están en la otra Federación. Creo que hay una disputa de poder muy fuerte entre federaciones, que hace que el pato de la boda seamos los intendentes y los vecinos que se quedan sin servicios y se ven resentidos en los presupuestos municipales”.

“Puede ser que pase por la interna gremial, hay posicionamientos políticos de algunos dirigentes de las federaciones para posicionarse políticamente y obtener así más beneficios. Pero no es este el camino, no lo compartimos en absoluto”.

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