Con los resultados en la mano.
VER.
Pedro Guastavino: Cómplice. Con el Pemo compartió siempre una amistad y la complicidad para controlar a Busti. En este tiempo también compartieron la protección presidencial que Busti siempre tuvo negada.
José Carlos Halle: Bien. Más allá de mantener el equilibrio entre él y Busti, deja abierta la posibilidad de un acuerdo político.
Héctor Strassera: Ambivalente. Más allá de la amistad personal que tienen, el alineamiento en algunas circunstancias de Strassera con Busti suele sacar de sus casillas a Urribarri.
Juan Carlos Chagas: Muy buena. Hombre de confianza y uno de los referentes mas importantes de Urribarri, principalmente en Concordia.
José Allende: Oscilante. Más allá de todos los enfrentamientos, dificilmente la sangre llegue al río.
Hugo Berthet: Mal. Porque Berthet con su estilo de hacer política se identifica mucho más con el bustismo.
Santiago Gaitán : Rara. Vive sacándole el cuero pero al final le vota todo.
Raúl Taleb: Mala y no la ocultan. El senador diamantino es uno de los dirigentes que Urribarri cree que son el ejemplo de lo que no hay que hacer en política.
Eduardo Jourdan: Mal. De compadres al ninguneo. Urribarri sabe que la buena relación que mantiene con los intendentes del departamento Colón lo vuelven loco de los celos.
Jorge Bolzán: Mal. Hubo un antes y un después de la llamada a Brambilla.
José Cáceres: Muy bien. José respeta a Busti, muchas veces tuvo que hacer de componedor entre los dos, pero le tiene más confianza al gobernador.
Tomás Luján y Juan Albornoz: Muy bien. Dirigentes de extrema confianza del gobernador Urribarri.
Gerardo González: Bien. El autor de los panfletos de la discordia, que hicieron salir de sus casillas al mismo Busti, cotiza en bolsa dentro del urribarrismo.
Juan J. García: Muy Bien. Es con uno de los que habla de política e ideología. Si el Pato logra la «reelección» que va a ser impulsada por su sector, García es número puesto para el gabinete.
Luis Erro: Con pronóstico reservado. Comenzó muy bien, hoy un verdadero signo de interrogante, Gualeguay una caldera.
Raul Riganti: Debut y despedida.
Faustino Schiavoni: Muy bien. Su principal referente dentro de los intendentes, además vuelve loco al bustismo.
Pedro Báez: Inamovible. Transmite lo que Urribarri siente. Odiado por el bustismo, su cabeza fue solicitada en varias ocasiones en lo que va de la gestión.
Hugo Marsó: Bien. Esta relación arrancó con desconfianza, con el tiempo se construyó una relación que hoy es muy fuerte.
Gustavo Bordet: Muy bien. Un experto del equilibrio en las alturas, un verdadero malabarista.
Sergio Schmunk: Muy bien. Como con el resto de los intendentes a pesar de la derrota en Viale.
Carlos Scelzi: Muy bien. La relación pasa por el mejor momento, y políticamente hablan de construir juntos para el futuro, aunque el dirigente uruguayo es más resbaladizo que un chancho enjabonado.
Héctor Alanis: Muy bien. Odiado por Busti, su referente en el departamento Paraná y a la vez obediente, tanto que le hizo hacer el ridículo cantando a duo con Santiago Gaitán.
Daniel Rossi: Mal. El Dani arrancó amagando impulsar el urribarrismo pero en cuanto el Pato se negó a firmar el indulto, saltó el cerco. No hay diálogo, y en Casa de Gobierno dicen que tampoco lo habrá en el futuro por más que el Dani haya ganado en Santa Elena.
Carlos Molina: Bien. Pero es sabedor de que está buscando pista con el bustismo.
Julio Solanas: Bien. Hablan y no hay rencores como con el resto.
Relaciones con funcionarios: Muy bien con Rodríguez en Vialidad y Gustavo Graglia en la UEP. La peor era con Graciela Traverso que ya se fue.
Gómez y Labarba: Aislados. Pero son los únicos que ingresan sin audiencia a la quinta del gobernador.
Adán Bahl: Regular. En la cuerda floja. La relación con Busti a espaldas del gobernador lo deja en situación dificil con el urribarrismo.
Ángel Giano: Bien. Lo fortaleció la pelea con Busti sobre la gripe A. Es el ministro más leal que tiene. Giano es Urribarri puro.
Diego Valiero: Mal. Según cercanos al gobernador, descuidó mucho su sillón.
Cristina Cremer: Bien. Se deja ver que la relación es de respeto y de cariño, no es lo mismo con su marido.
José Lauritto: Bien. Le presta orejas como ningún otro, y aunque el vice vive quejándose de todos, la relación es buena.
Jorge Busti: Oscilante. No hay dirigente en actividad que lo conozca tanto como Urribarri. Teme que Busti lo vaya a entregar, por eso la relación es siempre de una paz armada. Se enoja con las maniobras de Busti por eso cuando lo llama utiliza epítetos gruesos.
Cristina Kirchner: Muy bien. Se elogian mutuamente, al Pato no le ha ido mal con el gobierno nacional. Más allá del traspié electoral de la semana pasada, nunca la provincia tuvo la inserción y el juego que logró Urribarri con Néstor y Cristina Kirchner.
Urribarri está convencido que debe seguir con su proyecto de reelección primero para mantener la gobernabilidad, y segundo porque considera que su principal enemigo, Jorge Busti, fue el que quedó más debilitado en las elecciones legislativas.
En definitiva, como dijera un filósofo: «El destino enciende el fuego con la leña que encuentra».
