A Britos lo contrató Urribarri.
La primera fila anoche en el Marán ardía tanto que Berthet, Jourdán y cía decidieron cambiar de aire yendo al Howard Johnson Mayorazgo.
Anoche el salón del Hotel Marán se realizó la presentación de la muestra itinerante sobre el extinto líder de la CGT José Ignacio Rucci “Vida y pasión de un militante”, donde además su hija Claudia Rucci expuso en un panel, y se realizó una jornada de capacitación con el dirigente peronista Oraldo Britos y el periodista Carlos Campolongo que se llama “¿Por qué somos peronistas?”.
En la primera fila estaban sentados Jorge Busti, Eduardo Jourdán, Hugo Berthet, Santiago Gaitán y José Cáceres. En la charla abundaron las críticas a los Kirchner ya que no es un gobierno peronista sino kirchnerista.
Oraldo Britos un histórico del peronismo (que cuando fuera senador nacional tuviera contratado como asesor al ya desaparecido vice gobernador de la provincia Dardo Pablo Blanc, con quien tenía una excelente relación), en forma imprevista trató a Solá de pelotudo y lo repitió varias veces, ante el estupor de muchos de los presentes.
Britos se refirió a las declaraciones que Solá había hecho en Página 12 donde decía que él también había sido un perseguido político porque su padre no se puso un brazalete negro cuando murió Evita. Así, volvió a repetir que Solá es un boludo, algo que por un lado generó el aplauso de los presentes mientras Busti, Berthet y Jourdán se lo querían comer ya que lo dejaba mal parado a Solá su socio político en un proyecto nacional, mientras al lado Gaitán y Cáceres se regocijaban porque ellos estuvieron presentes en el acto del 17 de octubre en Paraná y criticaron el de Buenos Aires en el que estuvieron Busti y Solá.
Terminado de hablar Britos se levantó y se retiró del lugar. Lo mismo hicieron Jourdán y Berthet que decidieron cambiar los aires de mala onda que habían en el Marán y se fueron al Howard Johnson Mayorazgo donde repetían “qué pelotudo este Britos, tratar de pelotudo a Solá en el medio de un acto antikirchnerista”.
En definitiva, como dijera un filósofo: «Jamás viene la fortuna a manos llenas, ni concede una gracia que no haga expirar con un revés».
