No hay lugar para dos
En respuesta a Cáceres, que abría las puertas a Busti y Halle, quizás obligado por la dura interna con Blanca Osuna y los Molina, de la que también participan Bahl y Solanas.
La respuesta de Urribarri no se hizo esperar cuando obtuvo el 57% de los votos: “estamos todos lo que teníamos que estar, no faltó nadie”, afirmó dejando un mensaje claro a los que buscaban el regreso de Busti al PJ.
Un regreso que había pedido el presidente del Partido y vicegobernador electo de la provincia, José Cáceres, a las pocas horas de terminada la elección y sin conocerse aún el escrutinio definitivo. Aunque Busti ya se había rendido públicamente.
Seguramente la dura interna de Paraná con Blanca Osuna llevó a Cáceres a realizar esta convocatoria para convertirse en el otro gran referente local, conociendo el odio de Busti y el Hallismo hacia Osuna y Carlos Molina. Pelea de la que no son ajenos el Ministro Bahl y Julio Solanas.
No pasó inadvertido para algunos lo sucedido en la noche del festejo en casa de gobierno. Las caras y el saludo de Cáceres y Bahl con Blanca Osuna fueron muy distintos que el de Julio Solanas. Los de los primeros fueron fríos y distantes.
Más allá de que fueron desmentidos supuestos encontronazos anteriores en el acto del 17 de octubre en el PJ, en plena campaña. Gustavo Osuna, presidente del comité departamental (mano derecha de José Cáceres) había expresado ante todos los asistentes: “espero que Blanca Osuna lleve compañeros militantes al municipio”. La por entonces candidata recogió la advertencia y contestó “espero que en la legislatura (por José Cáceres) también se lleven compañeros militantes”.
Indudablemente la estructura municipal es muy fuerte, además Carlos Molina ha expresado que va a quedar en un cargo importante en la provincia y ya se habla de un Ministerio.
Más allá de la interna en Paraná, Urribarri no quiere saber nada con Jorge Busti. Entendería que en el oficialismo no hay lugar para dos líderes indiscutidos del peronismo entrerriano, y tiene en claro que Busti no le hará mandados ni lo reconocerá jamás como su superior político, como están haciendo los demás.
Según los mentideros legislativos, antes Busti preferiría el exilio.
Desde el oficialismo saben que “muerto el rey viva el rey” y que todos los dirigentes de Busti hoy están buscando pista con Urribarri, demostrando que todo se recicla.
De los seis diputados que entraron por el FEF, Horacio Flores, de Uruguay, es muy amigo de José Lauritto, y si éste queda y no renuncia a su banca, como ha dejado trascender si no le dan la presidencia de la Cámara, es seguro que vuelva al PJ, más allá que ha expresado que nunca se fue, y tiene que velar por su referente Valenzuela, intendente electo de Basavilbaso.
El otro candidato electo, Rubén Almará, como ya había adelantado el diputado Eduardo Jourdán, iba a ser el primero en cruzarse, lo trató de hereje porque, mientras era candidato a diputado de Busti, en su radio, La Voz, publicitaba la candidatura de Urribarri.
Lo de Almará será un tema complicado porque hay sectores del oficialismo, especialmente los Molina, Osuna y Solanas, que lo desprecian.
El mismo camino tomaría Hugo Vásquez, que se manejan en tándem con Almará, además por razones de subsistencia.
El diputado Juan Carlos Almada, de Victoria, que fue reelecto, es un hecho que permanecerá en el PJ y no solamente hizo público su apoyo a Cristina Kirchner sino que no mantiene malas relaciones con Urribarri.
Diego Lara fue uno de los candidatos de Busti que nunca quiso polemizar con el urribarrismo ni criticarlo, indudablemente priorizó su gestión como intendente, algo que hoy lo deja en las puertas del oficialismo, y más aún si debe velar por el intendente de María Grande, Hugo Maín, que es un referente suyo
Queda Rosario Romero, que encabezó la lista de diputados del FEF que seguramente será la garantía del Hallismo en la Cámara de Diputados.
Hoy el urribarrismo sabe que algunos ya entregaron a Busti sin ponerse colorados, y los otros están haciendo cola.
En definitiva, como dijera un filósofo: «la puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta».
