La guerra de las valijas en un restaurante.
La iniciativa fue de Berthet, pero la contraoferta de Arlettaz hizo que le brillaran los ojos al diputado que se olvidó de “Coca Cola”.
El miércoles de la semana pasada, un tradicional y céntrico restaurante de la ciudad de Paraná, ubicado en calle Urquiza, a media cuadra de la plaza principal, fue testigo de una de las negociaciones políticas más arduas y costosas dentro del oficialismo.
De esta negociación participaron, el diputado Hugo Berthet (Busti), el senador Oscar Arlettaz (Urribarri) y el ex senador y actual asesor Mariano López (ex jourdanista).
En esta reunión convocada por Berthet, conociendo que Arlettaz sería el candidato de Urribarri para la intendencia de Colón, insistió que en la provincia iba a triunfar Busti y que el gobernador no tenía ninguna chance.
Berthet les pidió que apoyen una ley electoral que iba a presentar el senador Raúl Taleb, del año 30, un proyecto que había sido realizado por un conocido integrante de la Justicia, en agradecimiento a que Busti lo bancó en los momentos más difíciles.
El senador Arlettaz mostró su desconfianza expresando: “Ojo que Taleb tiene buena relación con Urribarri, porque habla dos o tres veces por día con el Pato”. A lo que Berthet le respondió confiadamente que esto no era así, es más que el gobernador le habría prometido balas y trompadas a Taleb y que por eso estaba muy nervioso y asustado. Pero que iba a seguir adelante con el proyecto.
Si ellos se sumaban, cerraban Colón y se terminaba la historia; además haciendo alarde de optimismo agregó “Jorge se vende como la “Coca Cola”.
Para hacer más atractiva esta propuesta, Berthet le dijo que estaba autorizado a realizar cualquier un acuerdo, en las condiciones que ellos quisieran, como dicen en los mentideros, ofreciendo una valija llena de documentos para cobrar recién en 2011; algo que puso nervioso Mariano López, porque le vino a la mente alguna travesura de su ex jefe político (compadre de Berthet).
La contraoferta de Arlettaz y López no se habría hecho esperar y según trascendió mostraron una valija, pero con la diferencia de que en ésta no habría pagarés ni documentos a fecha, sino efectivo. Algo que hizo cambiar inmediatamente el semblante del caudillo de San Salvador que ya no habló más de “Coca Cola”.
Quedaron en seguir charlando para llegar a un acuerdo en lo político, dejando en claro que se avecina un final abierto para conocer cuál de las dos valijas se va a imponer.
Hablando de toma de decisiones, un filósofo dijo: «Mala cosa es tener un lobo cogido por las orejas, pues no sabes cómo soltarlo ni cómo continuar aguantándolo».