La noticia de la vuelta de Halle aceleró la amnistía.
La decisión, una amnistía que causó malestar en algunos sectores del Partido pero que en definitiva cumplió con su cometido: traer a todos los del FEF de vuelta menos a Busti.
Ayer el Consejo Provincial del Partido Justicialista, a través de José Cáceres, oficializó la vuelta al partido de todos aquellos que en 2011 armaron y fueron a las elecciones extrapartidariamente.
La estocada final a la amnistía, para que se acelerare la misma, fue la noticia que trascendió en este portal el día jueves por la noche, cuando se informó que José Carlos Halle ya tenía decidido volver al PJ después de un plenario desarrollado en su fuerza, algo que venía frenando hace más de cuarenta días.
Una noticia que se quería mantener guardada, mientras que Jorge Busti le solicitaba a Halle que no difunda por el momento su alejamiento hasta tanto no se realice el Congreso del FEF en Nogoyá, claramente para no ir en un estado de fragilidad al mismo.
Sin embargo la decisión de Halle tomó estado público, se apresuraron los tiempos y tuvo que salir públicamente a confirmar lo que este portal había publicado.
El alejamiento y vuelta del ex intendente causó sorpresa y generó dudas en el mundillo político, pero a las a las horas se fue confirmando. Es más, la redacción de este portal recibió cientos de llamadas para averiguar o constatar si era cierto que Halle había vuelto al PJ. Más tarde el ex intendente salió a anunciar su retiro oficial.
Una noticia que según los mentideros no fue muy bien recibida por el sector conducido por Carlos Molina y Blanca Osuna en Paraná, ni el del Diputado Nacional Julio Solanas, quien tiene a Gastón Grand en el Municipio. Siendo seguramente esta la primera vez que coinciden en algo, ya que es conocido el enfrentamiento personal que mantienen con Halle.
Indudablemente, la amnistía anunciada y firmada ayer por el presidente del PJ apuntó a la vuelta de los integrantes del FEF, inclusive para Busti quien daría la impresión que se vuelve a equivocar como aquella vez con la constituyente del 2008 cuando dijo que el “Pato” era el peor del grado, que no había que preocuparse por él, incluyendo en la reforma su reelección; decisión que con el tiempo lo transformó de victimario a víctima.
Evidentemente que todos aquellos que acompañaron a Busti estaban esperando el llamado del gobernador para volver al oficialismo, tal como fue sucediendo con diputados, intendentes y referentes de todos los lugares de la provincia, todos buscaban una pista para volver y así lo hicieron.
Indudablemente, el único intransigente sigue siendo Busti, “o bien es un gran odio que le tiene al “Pato” Urribarri o bien esta corto de mira”.
Parecería que a ésta decisión o anhelo de volver al PJ de muchos dirigentes que lo acompañaron en el FEF, Busti la toma como una cuestión de deslealtad o traición, minimizando los errores que le impiden armar una propuesta política; daría la impresión de que no ha sabido conducir o entender la realidad que todos a su alrededor quieren que sea.
Busti, sabedor de que en política se acompaña hasta la puerta del cementerio pero no se ingresa, vio que algunos ya estaban probando bocanadas de tierra (el ejemplo más claro es José Carlos Halle) día a día, veía como se le diezmaban sus fuerzas, yéndoseles al oficialismo en la administración provincial, el Concejo Deliberante y el Municipio de Paraná, algunos porque se los compraba, otros porque se iban solos.
En esa realidad en la que todos los días le quebraban uno, dos, tres… dirigentes, punteros, referentes, y en política esto es suicidio, Busti no ha sabido, no sabe o no ha querido, o el odio le impidió ver la realidad, considerando como desleales o traidores a aquellos que se les han ido.
Y así va ocurriendo con cada dirigente en los distintos puntos de la Provincia.
Como recuerda un dirigente de la costa del Uruguay, esto se asemeja al episodio de la guerra contra el Paraguay, donde los soldados de Urquiza del Campamento de Ayuí eran enviados por éste a enfrentar a los paraguayos, y al enterarse de la verdad se sublevaban y desbandaban, y algunos jefes se negaban a la maniobra.
Acá ocurre lo mismo, a Busti le desertaron todos, ya no lo querían seguir acompañando en su pelea contra Urribarri y el PJ, porque a estos no lo sentían como enemigos.
En definitiva, la amnistía que apuntó al FEF tuvo su resultado: traerlos a todos de vuelta, hacerlos volver y dejarlo afuera a Jorge Busti.
Como dijera un filósofo: «aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se debatirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones».