Se repetirá la historia.
A los que saltaron antes no les fue bien, en 2007 Solanas en Paraná y Cresto en Concordia terminaron con municipios incendiados, y recorriendo los pasillos de Tribunales.
Más allá de que el gobernador seguramente no desconocía la relación de Halle con Busti y que iban a terminar juntos, y de esto no está alejada la designación de Cáceres como ministro de Desarrollo Social.
Los intendentes del PJ fueron siempre la principal arma política en la interna del justicialismo y así también lo entendía Urribarri que los sumó a todos.
Intendentes que en su gran mayoría, salvo dos o tres excepciones como Faustino Schiavoni, Juan Javier García, Miguel Torres, etc, lo tenían a Busti como líder indiscutido del peronismo entrerriano. Pero con el transcurso del tiempo y de la gestión se fueron encolumnando detrás del gobernador, pidiendo públicamente su reelección.
Y así lo entendió Busti que trató de neutralizar esta arma política, impidiendo la reelección de la gran mayoría, a través de la nueva Constitución.
Es más, los intendentes no sólo pedían la continuidad de Urribarri, sino que criticaban con fiereza a Jorge Busti, porque consideraban que se había transformado en el principal opositor del gobierno.
Desde el mismo Busti y sus seguidores, siempre dejaron transcender que éste recibía llamadas y adhesiones de intendentes y que cuando llegara el momento de los bifes, es decir de las elecciones, muchos referentes iban a saltar el cerco.
Hoy no causa sorpresa a propios ni a extraños la decisión de Halle de anunciar públicamente su compromiso político con Busti, pero no deja de generarle un problema al gobernador, ya que muchos intendentes están observando para ver el efecto que causa el romper políticamente con el gobierno provincial y nacional, apoyando a uno de los dirigentes más críticos de estas gestiones que las tildó de “desordenadas y desastrozas”.
No hay que olvidarse que en las elecciones de 2007 hubo un hecho emblemático, dos intendentes del PJ saltaron el cerco del entonces gobernador Busti, como fue el caso de Solanas en Paraná y Cresto en Concordia, con un efecto desastrozo para ellos porque ambos municipios terminaron incendiados (principalmente el de Paraná) y estos mandatarios municipales acabaron recorriendo los pasillos de Tribunales.
Esta decisión de Halle genera expectativa en el resto de sus pares provinciales, para ver si se puede sobrevivir cortando relaciones políticas con el gobierno provincial de Urribarri y el nacional, adhiriéndose a su principal enemigo.
En definitiva como dijo un filósofo: «Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar».
