Cierre de Bonesi
Las cuotas percibidas por Bonesi, con posterioridad a su Concurso Preventivo, no fueron rendidas al titular fiduciario.
En el mes de octubre de 2.009, la Sala “E” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial “ordenó a BONESI que se abstenga de seguir cobrando cuotas a sus clientes” agregando que “la única entidad autorizada a percibir pagos era PAGO FÁCIL”.
Muchos clientes de la firma Bonesi, que adquirieron productos entre el 7 de noviembre de 2.007 y el 31 de enero de 2.009, optaron por las bondades del pago en cuotas.
Los créditos otorgados provenían de fondos aportados por Fideicomisos cuyo titular fiduciario era (y lo sigue siendo) el Standard Bank. Para ser más claros, la empresa Bonesi percibía prácticamente al momento de la venta la totalidad del precio (dicho pago lo realizaban los fideicomisos) y los Fideicomisos Financieros asumían la financiación (recuperaban lo invertido y OBVIAMENTE una rentabilidad a través de las sucesivas cuotas). Posteriormente, Bonesi percibía el importe correspondiente a cada unas de las cuotas y lo rendía al Standard Bank.
El inicio del Concurso Preventivo de Bonesi generó muchas dudas entre sus clientes; muchos optaron por no pagar y muchos por seguir haciéndolo en las Sucursales donde habían adquirido el producto. Lo cierto es que las cuotas percibidas por Bonesi, con posterioridad al Concurso, no fueron rendidas al titular fiduciario.
Ésta situación obligo al Standard Bank a tomar cartas en el asunto. Fue entonces que en el mes de octubre de 2.009, la Sala “E” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial “ordenó a BONESI que se abstenga de seguir cobrando cuotas a sus clientes” agregando que “la única entidad autorizada a percibir pagos era PAGO FÁCIL” (por indicación del Standard Bank).
Standard Bank comenzó entonces a notificar a los deudores (son más de 30.000 en la provincia) que el único pago cancelatorio era (y es) el realizado en las sucursales de Pago Fácil. Sin embargo, la mala fe empresarial de la firma Bonesi, que siguió percibiendo cuotas, asegurando con mendacidad a sus clientes que los pagos estaban correctamente realizados, ha perjudicado y complicado seriamente su situación.
Actualmente, muchos deudores han optado, con criterio, acordar con el Standard Bank la refinanciación de sus créditos y están realizando religiosamente sus pagos en las sucursales de Pago Fácil o transfiriendo o depositando en las cuentas de los Fideicomisos. Una gran cantidad de ellos ya ha cancelado su deuda y ha recuperado de la entidad bancaria los PAGARÉS que oportunamente firmaron, que en definitiva constituyen el respaldo de la deuda oportunamente contraída.
Ha sido importante el rol asumido por la Dirección Provincial de Defensa al Consumidor (lo mismo vale decir respecto a las Direcciones Municipales), ya que en cada una de las audiencias celebradas ha brindado información precisa y correcta a los deudores.
Es más que importante que los deudores cancelen sus deudas; quienes no lo hagan lamentablemente corren serios riesgos de ser demandados por el Standard Bank, con todas las consecuencias que ello trae aparejado. Son muchas las alternativas que hoy se ofrecen y son muchas las personas que diariamente acceden a ellas.
El cierre de Bonesi (no es la primera sucursal que cierra sus puertas) no hace más que ratificar que la empresa de venta de electrodomésticos ha hecho varias cosas mal. A los deudores, que lamentablemente han padecido esta situación, no les queda otra que honrar sus deudas y cancelarlas.