Grondona viajó a Paraná y se reunió con el empresario Sergio Lifschitz.

Reunión ultra secreta.

La visita generó interrogantes en sectores del poder, tanto del gobierno como directivos de la Liga Paranaense de Fútbol, que no estaban enterados de su llegada

Julio Humberto Grondona realizó ayer una fugaz visita a Paraná. Lo que lo trajo a la capital provincial no fueron motivos atenientes a la AFA ni a la FIFA, de las que es presidente y vicepresidente respectivamente, sino cuestiones personales.

‘Don Julio’ quiere mejorar la actividad tambera a la que se dedica, por lo que importantes empresas nacionales e internacionales le recomendaron que visitara las instalaciones del empresario local Sergio Lifschitz.

El presidente de la AFA tiene dos pequeños tambos en la localidad bonaerense de Brandsen y, según comentó Lifschitz a este medio, quiere hacer de esas dos pequeñas empresas una, por lo que fue junto al empresario a la zona de La Paz.

La familia Grondona tiene una amistad con Lifschitz, por lo que éste se encargó personalmente de mostrarle las instalaciones y los nuevos proyectos al vicepresidente de la FIFA, además de aconsejarlo y dar opinión sobre la iniciativa que está por llevar adelante.

Pese a sus tareas como uno de los hombres más importantes del fútbol mundial, Grondona se hace tiempo para encargarse personalmente de sus negocios, ya que quiere hace un tambo con la última tecnología y no quiere hacer una inversión en falso.

Lifschitz es uno de los referentes locales en lo que tiene que ver con esta materia, ya que sus vacas han sido premiadas en todo el país y por eso es tomado como ejemplo por los más importantes empresarios nacionales.

Más allá de los negocios, el dirigente del fútbol también es amigo personal de Sergio Urribarri, y por eso se especulaba con que realizara una visita también al gobernador, pero según comentó Lifschitz, la visita de Grondona fue fugaz porque a la tarde tenía reunión de comité ejecutivo de AFA.