Escándalo poco saludable
Los empleados y pacientes están en pie de guerra contra el funcionario provincial que querría transferir el edificio donde funciona la Clínica Escolar, que fue donado por el municipio hace más de setenta años, al Cucaier.
Empleados de la Clínica Escolar, pacientes y padres de los niños están altamente preocupados y en pie de guerra por los rumores acerca del cierre y consecuente desaparición de la institución.
El secretario de Salud, Luis Larrateguy, estaría tramitando la transferencia del edificio para que funcione ahí el Centro Único de Coordinador de Ablaciones e Implantes de Entre Ríos (Cucaier), algo que dejaría a empleados sin trabajo y a pacientes sin atención médica.
Este funcionario viene tomando polémicas medidas y días previos a las elecciones primarias, en un acto electoral, el ministro de Salud, Hugo Cettour, le llamó la atención para que dejara de autorizar gastos y viáticos correspondientes a un convenio con la universidad de Arizona.
El histórico edificio de calle Santa Fe 84, fue construido con subsidios del gobierno provincial y nacional y donado para que funcione la Clínica Escolar en 1941. Incluso existen documentos en los que la Municipalidad de Paraná renuncia a los derechos e impuestos del terreno.
Los profesionales de la Clínica Escolar atienden diariamente a un sinnúmero de personas, principalmente de bajos recursos y por eso gran parte de la sociedad se ha movilizado en contra de esta medida, que afectaría tanto a los pacientes como a los trabajadores del lugar.
Por este motivo, empleados, pacientes y familiares se comunicaron con este medio para hacer llegar su preocupación e intentar informar al ministro, Hugo Cettour, para que entre en conocimiento de la situación y tome medidas al respecto.
Aparentemente, Larrateguy tampoco es bien visto por los contables del ministerio de Salud, ya que estaría gastando una fortuna en viáticos, inversión logística, incluido el uso de móviles dotados por Nación no para las necesidades de Salud, sino para otras actividades específicas.
El secretario Luis Larrateguy, médico personal de una alta funcionaria del gobierno provincial, suegro del actual ministro de Desarrollo Social de la provincia y consuegro de la titular del Pami, tiene también a cargo la compra de ropa para el personal de salud, en un monto que supera los 300.000 pesos, otra polémica.
El tema venía siendo mantenido en secreto por los tiempos políticos que corren, pero salió a la luz en estos días a raíz del reclamo de los empleados que temen por sus puestos de trabajo y de los tantos pacientes que quedarían sin atención médica y odontológica.
