Noviembre y sigue la sangría
Seguramente un hecho que jaqueará a la mesa chica del Peronismo Federal, ahora en manos de Fuertes y Enrique Cresto.
El viernes a la noche, se reunieron diversos dirigentes del peronismo joven en la sede del PJ de Federal. Con la presencia del presidente del partido justicialista de Federal, Mario Heyde, el, Enrique Cresto , el intendente de Villaguay, Adrián Fuertes. y el senador Jorge Girardi, entre otros.
Lo que llamó la atención fue la presencia de Araceli Leites, quien hasta ayer era conocida, dentro del microclima político, como la persona de “mayor confianza” del diputado Eduardo Jourdan.
La dirigente que funcionaba como mano derecha del diputado oriundo de Colón incluso lo acompañó, hace pocos días, en el acto que realizó Busti en dicho departamento, donde el ex gobernador se habría comprometido a volver a llevarlo, a Jourdan, como candidato a diputado provincial en su lista o, en caso de llegar a la gobernación como Ministro de Gobierno.
Y este fin de semana sorpresivamente participó de un acto con integrantes de la mesa chica del urribarrismo.
Haciendo un poco de historia Leites, primero fue una de las principales referentes del alasinismo en Federal y una de las personas de mayor confianza del popular “Choclo” en sus mejores años durante la década del 90, y según se comenta también los mejores años de ella.
Aunque después, producto de una vendetta, el polémico Jourdan con una picaresca maniobra logró sacarla de al lado del “Choclo” para ponerla a su diestra. Los motivos de esta vendetta nunca trascendieron ni se conocieron con certeza.
Actualmente, y según trascendió en los mentideros políticos Araceli Leites no solamente participó de un acto con los principales referentes del urribarrismo, sino que también habría tenido una larga charla telefónica con Urribarri. Dándose como un hecho el abandono al diputado Jourdan y al PF para sumarse al PJ Provincial.
Indudablemente esto sería un golpe muy duro para Jourdan, a quien no solamente se le fue su mano derecha, sino que algunos se arriesgan a decir que sería la conocedora de sus más profundos secretos.
Y justamente se pasa del lado del sector de sus más acérrimos enemigos, en un momento político donde los códigos se han perdido.
Como dijera un ingenioso y bromista dirigente de Gualeguaychú: «Va a generar más nervios que monja con atraso».
