“La calle no tenía salida y al retroceder el auto en marcha lenta hacia atrás nos lograron romper un vidrio y sacar las cosas que llevábamos”.
“Fue un arrebato sin mayores consecuencias físicas para los 4 que íbamos en el auto, durante la mañana estuvimos participando del Consejo de Políticas Juveniles, que fue un hecho realmente emocionante, estuvimos acompañando al gobernador”.
“Al finalizar distintos tramites que estábamos haciendo en la ciudad de Paraná, para volver a casa de gobierno más rápido, hicimos cortar camino por una calle que se llama Neuquén, que desconocíamos desembocaba sin salida. Yo pensé que por esa calle se podía volver a la costanera para retomar a Casa de Gobierno, pero la calle no tenía salida y al retroceder el auto en marcha lenta hacia atrás nos lograron romper un vidrio y sacar las cosas que llevábamos, entre esos una matera y una cartera de mi señora, obtuvieron eso y se fueron”.
“Lo que nos queda como imagen es que estos chicos están totalmente jugados y aislados de la sociedad, si bien podían causarnos un daño a nosotros, nosotros también a ellos y quien sabe en que terminaba. Esto demuestra que todavía hay una deuda social que no hemos logrado saldar cien por ciento y que por eso tenemos que seguir en este camino de incluir a sectores que en vez de estar en la escuela o en un trabajo, o en la universidad están en la calle con esta actitud casi antisocial y va mas allá de si pueden robar o no. Es una situación de exclusión que los lleva a producir esto, que es nada más ni nada menos que el saldo que nos dejo la década del 90”.
“Las caritas eran de 18 o 20 años, más de eso no tenían”.
“Creo que no pasa por una cuestión de la droga o no, sino que es un aditamento más al problema de fondo, que es un problema de exclusión. Cualquier excluido de un sector lo que lógicamente hace es agredir a aquellos que lo excluyen”.