Escándalo en la UADER
Tras las críticas y denuncias recibidas, Graciela Mingo renunció a su cargo como rectora de la UADER, lugar que ocupará el profesor Marino Schneeberger, decano de la Facultad de Ciencia y Tecnología.
En los últimos días, la rectora de la UADER, Graciela Mingo de Bevilacqua, para aferrarse a su sillón, había llamado a normalización de la institución, contradiciendo directivas superiores.
Según los mentideros, la rectora era fuertemente criticada en los pasillos de la UADER ya que habría facilitado que a un familiar suyo (su hija) se le adjudicasen los proyectos de investigación que lleva adelante la institución, por los que percibe una cifra cercana a loa 8000 pesos, según el proyecto.
Esto había trascendido las fronteras de la UADER para llegar a casa de gobierno y sectores del oficialismo.
La conductora de la universidad era fuertemente cuestionada dentro de los mismos ámbitos de gobierno ya que habría incurrido en irregularidades administrativas.
También circularon versiones entre los mentideros acerca de arreglos que habría tenido Mingo con los decanos, para que todos conservaran sus puestos al cabo de las elecciones del año próximo, y esta fue una de las irregularidades más fuertemente criticadas.
El año pasado, había sido denunciada ante el INADI por una docente por discriminación institucional y maltrato.
Sola y sin confianza, se había convertido en una paria. Mingo sabía que le bajaron el pulgar y buscaba por todos los medios aferrarse a su puesto, recurriendo a maniobras que muchos consideran repudiables y fuera de la ética.
Además, la rectora organizadora era acusada a de superar el tope máximo de horas cátedras que un docente puede ejercer sin incurrir en incompatibilidad, ya que también posee horas en la UNER.
Buscando esconder debajo de la alfombra las irregularidades de las que se la acusaba, la rectora de la institución estaba dispuesta a pelear por quedarse en el sillón que ocupaba, para evitar investigaciones que pudieran comprometer su situación.
En pocos días, el 30 de este mes, se realizarán en la UADER las elecciones del centro de estudiantes y luego la de consejeros, decanos y órganos de cogobierno, y la rectora era acusada de que la designación de las personas que integran la Junta Electoral fue realizada en forma poco transparente.
Ante estas acusaciones, Mingo se encontraba en la cuerda floja. La normalización de la UADER es anhelada tanto por docentes como por los estudiantes, pero algunos habrían tenido más interés que otros en que esto se diera, para que ciertos trapitos no salieran al sol.
Por otra parte, los mentideros sostienen que el concurso de normalización fue llamado en un estado de irregularidad, ya que la ley nacional de Educación Superior estipula que el llamado a normalización puede hacerse teniendo el 52% de las cátedras concursadas, y la UADER no llega al 30%.
En este clima enrarecido es que la UADER afronta su proceso de normalización, pero la situación parece estar muy lejos de ser normal.
Graciela Mingo en los últimos días había tratado de aclarar una situación que cada vez se embarraba más.
Como dijera es viejo refrán criollo: “mientras más escarba la gallina, más tierra se echa encima”.
