‘Cuando sea grande quiero ser contador’
Los profesionales en ciencias económicas coparon el gabinete y las áreas más importantes del gobierno provincial.
Si la única verdad es la realidad, los mentideros políticos comentan que sería improbable entonces encontrar contadores en cargos electivos pero a la hora de ejercer una función técnica, en un área estratégica de algún cargo político, los elegidos son los profesionales en ciencias económicas.
No causa gran sorpresa a nadie ya la inclusión de dichos profesionales en los puntos clave del gobierno, ya que a Adán Bahl, ministro de Gobierno, Diego Valiero, de Economía y Roberto Schunk, de Producción, se suma el flamante jefe de gabinete de todos los ministros, Hugo Ballay.
Ya algunos se apresuran a afirmar que esta designación puede ser un trampolín para el contador para la sucesión en 2015.
Sin embargo, la euforia de Sergio Urribarri mientras comunicaba la designación del contador chocaba con la cara desencajada y el muy mal humor de algunos integrantes del gabinete y luego de algunos legisladores, que expresaban en voz baja su malestar para que no se enterara el ‘Pato’.
Es más, comentaba un polémico legislador oficialista del departamento Paraná repetía murmurando “le erré de partido y de profesión, tendría que haber sido contador”.
A pesar de que los lugares principales del Ejecutivo provincial fueron cubiertos por profesionales de las ciencias económicas, no todos los ministerios fueron copados por los contadores.
Así, del gabinete forma parte un médico (Hugo Cettour) en Salud, un ingeniero (Juan Javier García), en Planeamiento, un abogado en Educación (José Lauritto) y otro en Trabajo (Guillermo Smaldone), un hombre de la política en Cultura y Comunicación (Pedro Báez) y en Desarrollo Social está Carlos Ramos, que si bien no tiene el título de contador, estuvo junto a la diputada Laura Stratta al frente del “banquito de la buena fe”, así que se comenta que seguramente algo sabe contar.
Dentro del oficialismo, mientras los contadores son mayoría en el Ejecutivo, en el Poder Legislativo, en los cargos electivos de diputados y senadores, predominan los hombres de la política, gremialistas, sindicalistas y los pocos profesionales son abogados y algún que otro médico.
Tampoco se ven contadores en los municipios, principalmente en las ciudades más importantes. La excepción se da en Concordia, con Gustavo Bordet y todo su gabinete, y en Seguí, con Cristian Treppo.
Otros puntos claves y neurálgicos acaparados por estos expertos en el área contable son los organismos descentralizados. En Enersa, luego de la partida de Hugo Ballay, lo reemplaza otro contador: Alfredo Muzzachiodi. Estos profesionales también se encuentran en el Instituto de Seguro, cuyo titular es Jorge Mencía, en la CAFESG, que preside Daniel Bes y en la Administradora Tributaria de Entre Ríos, con Marcelo Casaretto al frente.
Indudablemente, a la hora de las designaciones, dentro del Ejecutivo provincial, en los cargos de mando, los contadores le ganan la pulseada a los hombres de la política, es más ya se escuchaba comentarse entre los mentideros legislativos que “las campañas son para los políticos y los cargos son para los profesionales de económicas”.
Incluso, muchos en la provincia comentan irónicamente que tal vez si Jorge Capitanich no hubiera sido contador no habría llegado a la jefatura de gabinete nacional.
