Los tweets de la tranquilidad
Mientras, Urribarri eligió guardar un llamativo silencio para poner paños fríos a la situación desatada en Concordia y en la provincia en diciembre pasado.
Más allá de los problemas institucionales de público conocimiento que vive la provincia, como los conflictos con la policía, el control de precios y las paritarias, que captan la atención de la sociedad, la interna en el oficialismo no para.
En medio de los conflictos que involucran a diferentes sectores, algunos ven oportuno salir a marcar la cancha, ya que no quieren perder espacios, teniendo en cuenta que el 2015 se acerca y el tiempo pasa rápido.
Tal es el caso del ministro de Educación, Eduardo Lauritto, como así también del intendente de Villaguay, Adrián Fuertes, quien ya lanzó su candidatura para el año próximo.
Es más, hace unos días Fuertes se reunió en una ciudad turística por excelencia de la provincia con Carlos Scelzi padre y el intendente de Santa Elena, Domingo Rossi, de la mano del ex legislador provincial Hugo Berthet, experto en vender candidatos como Coca Cola.
Por otra parte, todo apunta al nombre del intendente de Concordia, Gustavo Bordet, como el candidato de Urribarri, junto al ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez. Relegado quedó Adán Bahl, cuyo sector y él mismo hace mucho tiempo aspiran a suceder Urribarri.
Sin embargo, su modo de actuar con lo vivido en Concordia con la policía dejó muy mal parado al ministro y al gobierno provincia, ya que cuando todo hacía suponer que la situación sería caótica, Bahl publicó tweets para tranquilizar a la población que subestimaban lo que se veía venir.
“Desmiento absolutamente los trascendidos sobre un posible acuartelamiento de policías en nuestra provincia”, twiteó el ministro minutos antes de que se produjera efectivamente el acuartelamiento que permitió los saqueos y destrozos en la capital del cítrus.
“Que los entrerrianos se queden absolutamente tranquilos, está garantizada la seguridad para la que trabajamos todos los días”, agregó minutos más tarde, algo que hizo evidente la falta de información del ministro que, como jefe principal de la policía tendría que haber previsto la situación, pero se comió el amague.
Por haberse dormido y no haber neutralizado a tiempo el problema con la policía, el ministro de Gobierno quedó muy golpeado políticamente, tanto que muchos de sus referentes en la provincia han sido removidos de sus cargos.
Otro que, según comentan, ha hecho muy bien los deberes y jugó un papel importante después del conflicto con la policía, fue el senador por ese departamento y presidente del megabloque del FPV, Enrique Cresto.
Sabiendo que todos comienzan a prepararse para la sucesión, el ministro Lauritto, ni lento ni perezoso, quiere convertirse en el referente de Concepción del Uruguay y de toda la costa oriental de la provincia.
Para eso, Lauritto pretende sacar de la cancha a Gualeguaychú, y por eso puso en evidencia la triste realidad política e institucional de ese departamento, que se comenta mucho en el microclima, pero puesto en la boca de un ministro adquiere mucho peso.
El titular de la cartera de Educación hizo notar que Gualeguaychú se queda con todos los cargos, pero en las elecciones tanto primarias como generales pasadas aportó muy pocos porotos, y un número significativamente menor al que sumó el departamento Uruguay.
Además, Gualeguaychú atraviesa hoy una interna durísima que, más allá de las desmentidas, involucra a los principales referentes y dirigentes del departamento.
En esa pelea, el actual intendente, impedido constitucionalmente para buscar la reelección, Juan José Bahillo, busca asegurarse un puesto legislativo provincial o nacional de en las próximas elecciones.
En tanto, la intendencia de esa ciudad se la disputan la diputada Leticia Angerosa y el sector de Bahillo. Esta interna trajo consigo denuncias que buscan desprestigiar a la diputada y a su familia, como anónimos que acusan a sus hijos de irregularidades, y que la diputada atribuye al sector del intendente.
Además, el senador provincial Natalio Gerdau tuvo que salir a desmentir una pelea con el secretario del senador nacional Pedro Guastavino, sector que lo llevó al cargo que ocupa actualmente.
Con el departamento Gualeguaychú sacudido por esas fuertes internas, el ministro Lauritto busca ser el sucesor de Urribarri y confía en tener los porotos necesarios para lograrlo, no como quienes, a falta de porotos, tienen bendiciones.
Mientras, Urribarri guarda un llamativo silencio como para poner paños fríos a la situación desatada en la provincia el 8 de diciembre que tuvo como base a Concordia y a los cruces que se desataron y que involucran a varias instituciones.
Más allá de la crisis que atraviesa la provincia, que según algunos mentideros llegó al punto tal de que los familiares directos del gobernador fueran amenazados de muerte, nadie quiere ceder espacio y todos buscan posicionarse de la mejor manera posible para la carrera hacia el 2015.
En definitiva, como dijera un filósofo: «caer está permitido, levantarse es obligatorio».
