El crimen y la política
Lo que llamó la atención de algunos mentideros políticos afines a la UCR, es que todos los abogados participantes, tanto de la defensa como de la querella, son dirigentes y militantes radicales.
En la jornada del lunes comenzó el juicio oral y público por el homicidio de Carlos Alberto Gramasco, ocurrido en el barrio Anacleto Medina de Paraná en julio de 2011.
La justicia sentó en el banquillo de los acusados a Cristian Salinas, un empleado municipal y puntero político que, según mentideros radicales, pertenece al sector del ex intendente, Sergio Varisco.
Gramasco por su parte, según se supo de las constancias judiciales también militaba para el grupo político de Varisco.
Es más, según surgió de las pruebas del proceso judicial, tanto la víctima como el acusado se conocían desde muy jóvenes, ya que militaban juntos en el radicalismo en el conocido barrio de la zona oeste de la capital entrerriana.
Lo que llamó la atención de algunos mentideros políticos afines a la UCR, dada la vinculación de ambas partes con el ex intendente, es que todos los abogados participantes, tanto la parte defensiva como la querellante, son dirigentes y militantes radicales.
Es más, el abogado defensor, Jorge Leiner, y uno de los querellantes, Leandro Dato, comparten el espacio político «Asociación Paraná Inteligente», sector que nació para disputarle el comité capital a la actual conducción de Fabian Rogel y Sergio Varisco, y el otro letrado querellante, Francisco Avero, pertenece al sector del ex intendente..
Sin embargo, la camaradería correligionaria vio su fin en la noche del sábado 2 de julio de 2011, cuando Gramasco, que trabajaba en la Municipalidad pero además cuidaba vehículos en calle La Paz, entre Corrientes y Salta, y se domiciliaba en calle Luis Palma, cayó muerto por una puñalada que le partió el corazón.
El deceso fue en calles Gianelli y Los Chanás, a tres cuadras de la comisaría novena. Desde un primer momento se sospechó de Salinas, ya que minutos antes testigos los vieron manteniendo una discusión frente a la negativa del acusado, según se dijo, de realizar una conexión ilegal de tendido eléctrico, algo que habría causado un gran malestar en la víctima, que habría reaccionado con golpes, tras lo que se retiró y cayó sin vida a las pocas cuadras.
Ayer, los testigos que declararon ante los camaristas Elvio Garzón, Miguel Giorgio y José María Chemes coincidieron en describir a la víctima como una persona agresiva y que andaba armada, y expresaron que ese día solo escucharon voces y golpes.
Salinas, por su parte, optó por declarar y manifestó que era inocente, sostuvo que Gramasco lo golpeó en el rostro y por eso perdió varias piezas dentales. Además contó que había tomado alcohol ese día y que compartió un trago con la víctima.
Indudablemente, este juicio destapa una nueva vinculación entre el crimen y la política, quedando bien en claro que tanto el acusado como la víctima siempre trabajaron en pos del ex intendente, que pretende volver, Sergio Varisco.
