En Concordia siguen midiendo candidatos, aparecen nombres nuevos
En los pagos del gobernador las mediciones con los dirigentes locales no cesan y, además de los conocidos ya instalados como Giano, Francolini, Enrique Cresto y Mauro Urribarri, llamativamente, aparecen otros nombres en las listas de las consultoras.
Concordia, una localidad que se siente más envalentonada después de conocerse la fuerte versión de que el ministro José Lauritto, uno de los más serios aspirantes a la gobernación, se replegara, obligado, a quedarse con la intendencia de Uruguay –algo que, por otro lado, nadie se animaría a discutirle- aceptando y resignándose ante el efecto que el peso del armado concordiense tiene en la provincia.
En los pagos del gobernador Sergio Urribarri las mediciones con los dirigentes locales no cesan y, además de los conocidos ya instalados como Ángel Giano, Alfredo Francolini, Enrique Cresto y Mauro Urribarri, llamativamente, aparecen otros nombres en las listas de las consultoras.
Uno de los nuevos nombres es Roberto Niez, un empresario de la construcción que iría como candidato del PRO de Mauricio Macri, conocido en la ciudad por apoyar a los policías en el levantamiento y saqueos producidos en diciembre de 2013.
Dicho nombre causó preocupación en el oficialismo, ya que las primeras mediciones, que comenzaron en el centro, mostraban aceptación, pero luego volvió la calma y la tranquilidad ya que la opinión favorable solamente se circunscribía a algunas cuadras del centro.
Otro nombre que apareció y también causó gran sorpresa es el de un integrante del gabinete del intendente Gustavo Bordet: el secretario de Gobierno, el contador Juan Domingo Orabona.
En este último caso, algunos sostienen que no se sabe si lo estaría impulsando el propio Bordet, ya que es el único de los funcionarios del intendente que aparece en las listas.
Ante el silencio del intendente de la capital del citrus, comenzaron a sucederse los comentarios irónicos que indican que a lo mejor Bordet quiere imitar lo que hizo Jorge Busti con su padre, Elvio Bordet.
En 1987 Busti, al asumir la gobernación provincial, le dejó a Bordet la intendencia, siendo éste, hasta entonces, parte del gabinete municipal.
En sus manos, el entonces gobernador, puso la administración del municipio pero no el poder, creando una Casa de Gobierno en Concordia y, en consecuencia, un Municipio paralelo, algo muy comentando irónicamente en su momento, dejándolo como gobernador de esa casa a Juan Carlos Romero, que era su secretario privado.
En ese tiempo, la asistencia social, y todo lo que eso implicada, pasaba por las manos de Romero, y Bordet no pudo entregar ni un solo colchón, ni nada, no quedándole ningún margen para gobernar al entonces jefe municipal.
Con estos antecedentes y teniendo en cuenta que hay psicólogos que sostienen que las personas que padecen este tipo situaciones posteriormente actúan de la misma forma que aquel que los sometió, no se descarta que Bordet haga lo mismo, que ya está midiendo en algunos barrios, y le deje el gobierno pero no el poder.
Hoy en Concordia, indudablemente, se sigue midiendo a los candidatos, más allá de las buenas relaciones que puedan existir entre ellos, salvo por la sacudida que pegó Alfredo Francolini que manifestó con toda picardía que la única forma de declinar su candidatura es si Mauro Urribarri es intendente, con lo que quedaría muy bien parado para una reciprocidad en el caso de que el secretario del senado vaya por otra candidatura.
