Insaciables sin red
Semana clave: la necesidad de ir con varios candidatos a gobernador para apuntalar la candidatura de Urribarri ya no existe y la interna durísima que dejaría cicatrices, harían cambiar la estrategia.
En un principio en la provincia se barajaba la posibilidad de ir a las PASO con varios candidatos a la gobernación para apuntalar la candidatura de Sergio Urribarri a la presidencia de la nación, que era la prioridad en ese momento, y como solución para saber quién iba a ser el hombre del FPV.
Más allá de que había que tener en cuenta que el gobernador había dicho que no iba a ser neutral, Urribarri había autorizado a todos los que quisieran a participar y caminar la provincia, aunque su corazoncito iba a apoyar a uno entre varios y eso lo sabían todos y muchos decían que iban a acompañar al candidato que bendijera el gobernador.
Quienes comenzaron a recorrer fueron, entre otros, el intendente de Concordia, Gustavo Bordet, el diputado nacional Julio Solanas, el intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, el ministro de Gobierno, Adán Bahl, el diputado provincial Marcelo Bisogni, y el ministro de Educación, Eduardo Lauritto, pero la premisa era jugar limpio, sin agresiones ni enfrentamientos que pudieran perjudicar la gestión y la armonía del PJ.
Hoy la escena es diferente: la candidatura de Urribarri a la presidencia ya no existe más y no son necesarios tantos candidatos en la provincia para apuntalar su figura para competir en la interna con Scioli y Randazzo.
En ese contexto, la situación ya comenzó a salirse de madre. En el primer acto luego del renunciamiento de Urribarri, en Diamante, el senador Daniel Kramer tiró los primeros misiles y demostró cómo va a venir la interna.
El legislador dijo que cuando Bordet fue ministro de Acción Social durante la gestión de Busti, no le dio respuestas al departamento y nunca le interesó Diamante, algo que afirmó que cambió con el titular de la cartera de Gobierno, Adán Bahl.
De ese modo, el senador pidió votos para Bahl, quien estaba presente en el acto convalidando los dichos, y criticó duramente al intendente de Concordia, en un acto que promovía la precandidatura del ministro.
Esto no cayó bien en el gobernador, quien además recibió las quejas inmediatas de la otra parte, que exigía que no se rompieran las reglas, algo que ocurrió también ayer en Viale, cuando el intendente de Concordia fue para hacer un acto y no fue recibido por el intendente Estelio Urchueguía ni por el diputado provincial Sergio Schmunck.
Urribarri había sido claro con todos los intendentes y funcionarios y les había pedido que recibieran a todos los candidatos a gobernador cuando los visitaran en sus localidades, pero su pedido no tuvo eco.
Un ejemplo de eso fue la visita de Gustavo Bordet a Crespo, en donde tanto el intendente Ariel Robles como el senador Juan Carlos Brambilla se negaron a recibirlo. Según comentan los mentideros, los crespenses estaban bajo las presiones de un ministro y candidato, y el concordiense tuvo que hacer su acto en la calle.
A esto se suman enfrentamientos por la intendencia y los cargos legislativos del FPV en departamentos como La Paz, en donde los principales referentes se cruzan mutuamente denuncias públicas, en los medios y en las redes sociales por desmanejos y actos de corrupción.
Se trata de una interna sangrienta en el departamento La Paz, en la que incluso le abrieron la tranquera a un experto en jugar en el chiquero como el intendente Domingo Daniel Rossi, más allá de que su poder electoral se limite a la ciudad de Santa Elena.
Pero enfrentamientos como este, que se dan también en departamentos como Diamante, Victoria, Feliciano, Gualeguay y Paraná, entre otros, dejan una imagen muy pobre del peronismo y recuerdan a lo que el gobernador llama ‘la vieja política’, algo que Urribarri quería evitar.
Es más, tiempo atrás, Urribarri había juntado a varios senadores del FPV y les había garantizado su continuidad en la Cámara Alta para el próximo mandato en la provincia.
Pero hoy esa garantía hoy no existe y la lista de diputados y senadores sería diferente a la que se esperaba.
Esto sería así porque muchos de esos bendecidos no se conformaron con eso y serían insaciables y van por más se metieron a jugar internas durísimas en sus departamentos, rompiendo las reglas que había planteado el gobernador.
Indudablemente, según comentan los mentideros cercanos a Urribarri, este no era el espíritu que el primer mandatario entrerriano pretendía cuando autorizó a todos a competir. La situación se salió de madre y, al no haber necesidad de que muchos candidatos apuntalen su figura, la única manera de frenar esto es unificar las listas provinciales.
De esa manera, se evitaría agresiones y heridas que, con escasos días entre las elecciones primarias y las generales, serían casi imposibles de curar y cicatrizar.
Esta semana es clave ya que se definirá si Urribarri acompaña en la fórmula a alguno de los candidatos presidenciales del FPV o si encabeza la lista de candidatos a diputados nacionales por Entre Ríos, en una provincia que podría confluir en una sola lista de legisladores provinciales con un solo candidato a gobernador.
En un principio se sabía que la estrategia era amontonar a todos los críticos de Urribarri y su gestión en un lugar porque no les tenía confianza pero ahora, según comentan los mentideros, la solución que puede encontrar el gobernador a una interna cada vez más sangrienta, es unificando la lista de candidatos en la provincia.
Así las cosas, se espera que en los próximos días a los candidatos les empiece a sonar el teléfono y que al responder, del otro lado escuchen: “hola, habla Sergio Daniel Urribarri”.
