Un ocaso pronosticado
La declinación de Benedetti responsabilizando al oficialismo, la ruptura de “Cambiemos”, los que se creían adentro y los que pegaron el portazo.
Si bien antes de que se concretara la formación del Frente “Cambiemos” en el propio Comité Radical, varios correligionarios previeron y advirtieron en las asambleas y congresos sobre el inminente rompimiento que habría entre, pensaban, dos líneas ideológicas bien distintas, la alianza tuvo su punto de debacle con la declinación de Atilio Benedetti en su candidatura a gobernador.
Un Benedetti que, antes que un “mea culpa” y de unas sinceras disculpas a la dirigencia del massismo-delasotismo entrerriano a los que dejó sin lista para participar, prefirió responsabilizar al oficialismo por la modificación a la reforma de la ley electoral para explicar su renuncia.
El ex diputado nacional manifestó que desde el oficialismo “apelaron a la artimaña de modificar las reglas del juego, de romper acuerdos previos, de no respetar los compromisos asumidos”.
Agregó también que “de un momento a otro, a horas del cierre de listas, nos vimos sentenciados por una decisión inapelable: íbamos a participar en las PASO en total desigualdad de condiciones, sin posibilidades de pegar nuestra boleta con las listas del acuerdo a nivel nacional. No nos dejaron opciones. Fue necesario desistir de mi candidatura para permitir que los candidatos de la Unión Cívica Radical de cada departamento y cada ciudad puedan participar en condiciones de disputa similares a las de los adversarios, de manera de asegurar triunfos que incrementen la cantidad de intendentes y de representantes en las cámaras legislativas”.
Luego de la declinación de Benedetti, algunos correligionarios salieron desesperados, para no quedar fuera del armado, a buscar un lugar en la lista y con una especie de “vergüenza ajena”, intentaron persuadir al PRO para que declinara Lucio Godoy y que el candidato a vicegobernador fuera un radical.
Algo que el actual diputado Fabián Rogel confirmó a la hora de expresar los motivos por los cuales también declinaba a su candidatura, asegurando que no estaban dadas las condiciones y que su sector no iba a ser sparring de nadie.
Estas renuncias de los dos dirigentes radicales dejaron el camino libre al PRO como cabeza de lista, algo que muchos vieron, y a algunos no les cabe la menor duda, como una maniobra orquestada desde un primer momento por el partido de Macri, con Rogelio Frigerio al mando.
Si bien el más perjudicado por esta jugada fue el Frente Renovador con Adrián Fuertes y Jorge Busti a la cabeza, en el radicalismo también se vieron los serios daños causados y tiene como consecuencia que el partido por primera vez en la historia y luego de 124 años de fundación, no tendrá candidato a gobernador que lo represente en las elecciones.
La debacle, lejos de quedar ahí, continuó con el armado de las candidaturas que llevaría la otra fórmula: la del PRO.
Una lista que se armó en un hotel del Parque Urquiza, en donde horas antes de las 23:59 del día sábado, desfilaba un sinfín de dirigentes radicales que tenían el compromiso de Frigerio que estar incluidos y que esperaban sentados, nerviosos y expectantes por la confirmación, aunque a algunos de los cuales finalmente los durmieron.
Tal fue el caso, comentan los mentideros radicales, de Carlos González, dirigente de la UCR de Paraná, que se creía y tenía la palabra de que estaría dentro de los candidatos a diputados provinciales.
Pero cuando el dirigente fue a consultar si la lista estaba terminada para firmar, se llevó la sorpresa de que ya había sido presentada ante la justicia electoral y de que no había sido incluido, algo que provocó la calentura del “casi candidato”, que armó terrible escándalo y terminó incluido en la lista de concejales que lleva la fórmula Sergio Varisco-Josefina Etienot.
Lo mismo, pero con la lista del HCD paranaense, sucedió con la actual concejal Roxana Villagra, quien tenía la promesa de formar parte de los candidatos de Varisco en su disputa por la intendencia, pero que, al momento del cierre, no fue incluida.
Dichas ausencias y los rompimientos de acuerdos provocaron el éxodo de la dirigencia radical local hacia el justicialismo con la propia Villagra, la actual edil Adriana Torner, los ex concejales Sergio Berazategui, Carlos Duhalde y Marcelo Milano, sumándose al proyecto que encabezan Blanca Osuna y Gustavo Bordet.
El traspaso se dio en una reunión que mantuvieron con el gobernador Sergio Urribarri, y fue, según los propios protagonistas, “justificado” en la “seguridad” de que “Ricardo Alfonsín así lo hubiera querido”.
Ese encuentro con el gobernador le valió a la concejal Villagra su renuncia a la UCR, dimisión que al mismo tiempo le exigía desde la presidencia del Comité Capital a su cargo de secretaria de ese órgano partidario.
La incertidumbre y los contratiempos continúan en el radicalismo, donde aun no se sabe con quiénes van a pegar los candidatos a nivel nacional o, lo que es más grave qué representación tendrán en la candidatura a senador por Paraná, donde no se sabe ni siquiera si serán uno o dos los aspirantes.
Por un lado, Raymundo Kisser, de manera muy contradictoria, manifestó a este medio que “Rogelio Frigerio no manejaba la UCR”, sin embargo, agregó que el propio dirigente del PRO le había dicho que él era el único candidato a senador por Paraná.
Esa misma candidatura también se la habrían comprometido a la ex concejal Liliana Lampan, quien incluso firmó la aceptación para la postulación. Lo llamativo del caso fue que, posteriormente, cuando comenzaron a sonar otros nombres, el documento se extravió, y finalmente fue encontrado.
Las idas y vueltas en la UCR, con los distintos actores buscando un protagonismo en las listas que finalmente pocos encontraron, llevó al histórico partido a no tener un candidato a gobernador por primera vez en 124 años y a quienes disputan los escaños más bajos a un éxodo hacia las sombras o hacia el justicialismo que solamente beneficia al PRO y al propio oficialismo, un ocaso por muchos pronosticado.
