El Frente Renovador sin representación en varias localidades de la provincia.

Un desarme orquestado por el PRO

Luego de la declinación de Benedetti, la fórmula Fuertes-Busti se garantizó el armado de listas en las cabeceras departamentales, pero se quedó sin precandidatos en varias ciudades y juntas.

Muchas fueron las consecuencias del escándalo que sacudió al ambiente político entrerriano con la declinación de Atilio Benedetti a su precandidatura a la gobernación.

Y no es para menos: la lista estaba armada y completada para ser presentada ante la justicia electoral, en un espacio en donde confluyeron radicales y aquellos que en un pasado, no no muy lejano, pertenecieron al justicialismo, como los sectores del intendente de Villaguay, Adrián Fuertes, del tres veces gobernador Jorge Busti, del ex intendente de Paraná Juan Domingo Zacarías y del ex diputado nacional y ex intendente de Gualeguaychú Emilio Martínez Garbino.

En la boleta el propio Fuertes secundaba en la fórmula para la gobernación y los sectores mencionados tenían plena participación en razón de seis candidatos a diputados provinciales cada uno, encabezados por el vialense Gustavo Zavallo que había declinado su postulación por la gobernación en pos de una unidad.

Finalmente la alianza tuvo el final que muchos anunciaron, y la declinación del larroquense, orquestada por el PRO, terminó echando por tierra el pretendido sueño de este sector de la oposición de ir todos juntos a las PASO para así, según entendían, derrotar al oficialismo.

Con esta penosa realidad, el massismo entrerriano tuvo que salir a rearmarse de improviso, algo que le costó mucho sudor y seguramente hasta algunas lágrimas, tanto que el mismo sábado, día en que vencía el plazo dispuesto por el tribunal electoral para la presentación de las precandidaturas, no podían completar la lista de diputados provinciales.

Ese mismo día, Fuertes y Busti, en conferencia de prensa, confirmaban que a pesar de lo ocurrido se presentarían a competir y anunciaban oficialmente que sus nombres encabezaban la boleta en la fórmula para la gobernación.

Es más, dieron a conocer algunos de los nombres de la lista de candidatos a diputados como Zavallo, Tassistro y Navarro, aunque no lograron completarla hasta tres días más tarde, plazo de gracia que el Frente Renovador consiguió ante la justicia.

Pero el armado para la Cámara Baja provincial fue solo uno de los problemas para el sector, el tiempo apremiaba y el massismo no lograba cerrar las listas con las precandidaturas a intendentes al menos en las 17 cabeceras departamentales.

Es más, ya a tres días del vencimiento y en pleno plazo de evaluación de las precandidaturas por parte de la justicia electoral, en algunas cabeceras, como Villa Paranacito, no se conoce si el Frente Renovador se presenta una opción electoral.

Y qué decir del resto de las localidades, ciudades y juntas, donde el massismo no llegó a concretar ninguna propuesta local y en las que el próximo 9 de agosto tampoco será una opción electoral.

Indudablemente, el Frente Renovador fue el sector más perjudicado luego de la “dormida de nene” del PRO y Rogelio Frigerio, un sector que igualmente sale bien parado con el binomio Fuertes-Busti.

Se trata de una fórmula sólida que siempre le generó mucha preocupación a la propia oposición y que seguramente por eso quisieron tener cerca hasta horas antes del cierre de lista para luego romper, un binomio que este sábado mostrará su fuerza de local en los pagos de Villaguay.

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