De película
El organismo agregó otro capítulo a la lista de graves irregularidades cuando, según comentan, quisieron dar marcha al auto y no emitió ni un sonido; al abrir el capó descubrieron que le faltaba el motor.
La Dirección Provincial de Vialidad provincial es el organismo que más irregularidades suma desde que comenzó esta gestión, según denuncian indignados por la situación los mismos empleados de la repartición.
Primero, trascendió que habrían dejado ingresar travestis para prestar servicios a funcionarios; luego, que un carromato de Vialidad se habría utilizado para un robo; más tarde, que se robaban cubiertas y, recientemente, que habrían desaparecido varios millones de pesos de una obra que la DPV realizó para un privado.
Ahora se suma otra denuncia en la dirección, que aunque parezca de película es gravísima, y es que según comentan en la mañana de este miércoles un funcionario quiso encender un Volkswagen Vento modelo 2013 que pertenece al organismo y se encontró con que el vehículo no tenía motor.
Esta irregularidad es una más de las tantas que se han denunciado en el organismo desde el comienzo de la gestión y la que más preocupa es el faltante de los millones que, según afirman, deberían haber ingresado a las arcas del Estado por un trabajo de apertura de calles que realizó Vialidad para una empresa privada.
En el Tribunal de Cuentas, deben resolver la situación del dinero faltante en Vialidad y afirman que el contador Gea Sánchez, que está a cargo, debe lidiar con una brasa encendida con respecto a la DPV y trascendió desde el organismo que hay una seria preocupación ante estos hechos.
La denuncia afirma que entre 800 mil y un millón de pesos por cuadra cobró Vialidad para realizar ese trabajo y que el dinero nunca habría ingresado a las arcas del Estado. Por eso, el titular del organismo, Carlos Lallana, deberá explicar si se realizaron trabajos para un loteo privado en calle Balbin, qué maquinas, empleados y cantidades de broza se utilizaron, qué cifra se cobró y si la misma ingresó a la repartición.
Asimismo se supo, según denuncian, que esta irregularidad, siempre con la misma modalidad en cuanto a utilización de recursos de Vialidad para un loteo privado y la ausencia de las cifras millonarias en concepto de contraprestación, no sería la primera ni la única vez que ocurre.
A estos gravísimos hechos en una repartición en donde ya son comunes este tipo de denuncias que indican la existencia de actividades delictivas, se suma una más, con el presunto robo del motor de un auto, en otro hecho que pone en evidencia la total anarquía e impunidad en la DPV.
Es más, en el organismo son tantas las ironías y cargadas que los empleados piden que averigüen qué funcionario tiene un Vento, y que se fijen si está usando el motor robado.
