Preocupación por el loteo del Acceso Norte, que podría inundar las casas de los vecinos.

Ayer denunciaron en Pancho Ramírez y hoy lo hacen en el Barrio Hernandarias

Un loteo que dejaría una rentabilidad a quienes lo explotan de más de 350 millones de pesos pero perjudica a los vecinos y a los paranaenses.

Gran preocupación causa en los vecinos del barrio Hernandarias la construcción de un loteo que alteraría el natural escurrimiento del agua en la zona, lo que provocaría que el barrio fuera altamente inundable.

Las obras son llevadas adelante por la empresa Nor Vial, cuya cara visible es el ingeniero Leonardo Damonte, quien ya fue condenado en una oportunidad por evasión fiscal, y el lote pertenece al Colegio de Bioquímicos, representado por Roberto Gebhardt, quien tiene su residencia en el Acceso Norte pero en la zona alta, que no sufre el problema de las inundaciones.

Este emprendimiento adquirió el terreno años atrás por una suma cercana al millón de pesos, pero la división del lote y la venta de los terrenos les dejaría a los inversores más de 360 millones de pesos, ya que se segmentaría en 360 partes con un valor de alrededor de 1,2 millones de pesos cada uno.

La preocupación de los vecinos es que se trata de una zona de arroyos y lagunas, en la que las napas naturalmente presentan una altura de un metro, pero que en días de lluvia superan los dos metros, problema que se agravaría notablemente si se alteran los desagües naturales.

El agua que viene desde la zona alta del Acceso Norte es absorbida en parte por la tierra que se encuentra en la zona pero cuando ese sector se urbanice, no habrá manera de escurrir el agua.

Es más, han denunciado que los desagües de este loteo son desviados en forma irregular hacia las banquinas cercanas al lugar que son propiedad de Vialidad, es decir, a terrenos pertenecientes al Estado.

Según los estudios que está llevando adelante el municipio, el nivel del agua en días de lluvia sería de entre 1,2 y 2,5 metros de alto, lo que escurre por el caño que hoy es una canaleta insignificante y que pondría en peligro a los vecinos del barrio Hernandarias.

Situaciones similares ya se han denunciado en otros lugares, como el Parque del Lago y en el Barrio Pancho Ramírez debido al agua que corre por calle Canadá, según publicó el diario Uno. Además, existe el antecedente de otro loteo llevado adelante por el colegio de Bioquímicos en Bajada Grande, en donde también se presentó el problema de los desagües.

Las urbanizaciones como estas ponen en riesgo no solo las condiciones edilicias de los vecinos, sino también su salud, ya que las cloacas podrían reventarse por el agua, lo que sería un desastre para los habitantes de la zona.

Sin embargo, esto significa un excelente negocio para los inversores, que compran lotes desurbanizados y con el guiño de funcionarios, según comentan, bien aceitados, logran dar factibilidad a los loteos que terminan complicando a los vecinos.

Dejar Comentario