En la UADER los estudiantes en bici y los decanos y funcionarios en avión.

Trascienden más irregularidades por viáticos y creaciones de cargos

Siguen los cuestionamientos a la universidad por los funcionarios con dobles cargos, pasajes de avión, creaciones de sedes sin docentes ni alumnos y demás.

La Universidad Autónoma de Entre Ríos quedó en el ojo de la tormenta luego de que el gobernador Gustavo Bordet pidiera a sus funcionarios y ministros austeridad y de que trascendiera el “despilfarro” que se da en la casa de estudios.

Un nuevo escándalo se disparó a comienzos de este mes, cuando se realizó en Buenos Aires la Feria Internacional de Turismo, a la que asistieron, con viáticos cubiertos por la universidad por cinco días, funcionarios y decanos de la institución.

Lo que provocó la indignación del resto del personal de la UADER fue que los funcionarios contaban con pasajes de avión, alojamiento y comida a cargo de la Universidad, que es, cabe destacar, uno de los organismos provinciales con mayor déficit, con 800 millones de pesos de pérdidas.

La participación de la UADER en el stand de Paraná y de Entre Ríos en la FIT, se vio justificada según afirmaban, por la reciente creación de la Diplomatura en Fiesta Popular de Carnaval, que fuera muy cuestionada en el ámbito académico de la institución.

Es así que, mientras la universidad promueve que sus estudiantes se muevan en bicicleta para preservar el medioambiente, los funcionarios y decanos viajan en avión, el medio de transporte más nocivo para el medio ambiente y más costoso para la caja de la institución.

Pero el escándalo por los viáticos no es el más grave que denuncian los trabajadores de la Universidad. La irregularidad más grande que trascendió es la de funcionarios con dedicación plena que tienen dobles cargos.

El primer caso de este tipo que se conoció fue el de la decana de la Facultad de Ciencias de la Gestión (FCG), Liliana Battauz, quien además tiene horas cátedra habilitadas en la institución, es bibliotecaria del Consejo de Ciencias Económicas y también empleada de un organismo descentralizado del Estado.

Ahora difundieron también la situación de Pablo Donadio, Secretario de investigación de la FCG y Defensor del Pueblo; Juan Martínez, Secretario de Bienestar de la misma facultad y funcionario municipal; y Javier Almada, que es quien cumple la función de decano mientras Battauz no se encuentra en la institución.
Esto podría constituir un delito ya que los cargos universitarios con dedicación plena no son compatibles con obligaciones en otros organismos estatales.

Otro hecho grave que trascendió desde la universidad es que se habrían creado cargos a discreción, como así también sedes sin docentes y sin alumnos.

Los trabajadores de la universidad califican como un “despilfarro” a la situación que viven y afirman que el maltrato es moneda corriente en la UADER.

Es más, afirman que por esto en la Facultad de Ciencias de la Gestión renunciaron el vice decano, la secretaria administrativa, los docentes integrantes del consejo directivo y el claustro administrativo.

Los que se quedaron en sus cargos denuncian que son víctimas permanentes del maltrato y la persecución de Javier Almada en caso de no acatar sus órdenes.

La UADER es uno de los “agujeros negros” de la gestión de un gobernador que pide austeridad para lograr el equilibrio en la provincia, pero a los ya conocidos cuestionamientos por su prestación académica, se suman las denuncias por las irregularidades financieras y económicas que se agravan cada vez más.

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