HCD, una bomba a punto de explotar
De los 150 millones que tienen para gastar el Concejo, el mayor porcentaje se destina a contratos de parientes, amigos y socios que superan el sueldo del intendente y del gobernador y no se dan a conocer aunque se pagan con el erario público.
La semana pasada terminó convulsionada en el Concejo Deliberante de Paraná debido a un cruce que se dio entre la presidenta Josefina Etienot y el resto de los concejales de Cambiemos.
El eje de la discusión era el manejo de 7 millones de pesos que le sobraron al HCD de un presupuesto que en el total escala a 150 millones de pesos, que además quería ser llevado a 11 millones por un cambio y reasignación de partidas
Se trata de un presupuesto que está en su mayoría destinado pagar los sueldos de asesores, la mayoría amigos, parientes y socios, contratados, que no se sabe quiénes son y que la viceintendenta y algunos ediles siguen negándose a dar a conocer, a pesar de que esos salarios son pagados con dinero del erario público con contratos de empleados que irónicamente superan ampliamente al del intendente y el gobernador.
Llama la atención en este país patas para arriba que un privado tiene la obligación de rendir cuentas y declarar cuánto ganan y en qué lo gastan, mientras que el destino de los fondos públicos es ocultado a la ciudadanía.
Ese dinero sobrante podría estar destinado a subsanar las más variadas carencias en una Paraná en la que no se pueden cortar las malezas, arreglar las calles, cambiar las luminarias y cumplir con otros servicios esenciales de la cotidianeidad de cualquier ciudad, según denuncian los mismos funcionarios de esta gestión.
En ese sentido, el director Centro Integrador de Servicios Ciudadanos, Roberto Sabbioni denunció que la gestión anterior se llevó todo y que no se pueden usar las maquinarias ni vehículos porque faltan las ruedas y motores.
Es más, en su momento Sabbioni puso a disposición su renuncia porque de contaba con los fondos para poder comprar los insumos y suministros que faltaban o para reparar las herramientas y maquinarias rotas, aunque muchos sostienen que él mismo es un impresentable.
El área de servicios públicos de la ciudad es una de las más criticadas y ese dinero podría destinarse a ese sector, pero en cambio la presidenta del HCD pretende manejarlos y afirmó que ya decidió qué destino le dará a esos fondos.
La discusión en el Concejo Deliberante se generó el jueves pasado cuando la viceintendenta afirmó que quiere comprar computadoras y un inmueble con ese dinero, mediante un proyecto que llamativamente presentó la concejal del FpV Cristina Sosa.
Se comentaba que Sosa vio la veta y que luego de una reunión privada que habría mantenido con Etienot se paseaba por el HCD explicando a sus pares del bloque y a otros ajenos a él los beneficios de aprobar la ordenanza, entre otros, que la viceintendenta si se trataba sobre tablas el proyecto tendría un gesto de generosidad que se vería plasmado en contratos para los que votaran afirmativamente.
Pero Etienot recibió la negativa por parte de los concejales del Frente Renovador y de Cambiemos, entre ellos la presidenta de la comisión de Hacienda y Presupuesto Público, Claudia Acevedo, una de las maltratadas por la viceintendenta y a quien puso en duda con una indirecta, y el concejal Emanuel Gainza, también integrante de la comisión.
De todos modos, los exabruptos de Etienot durante la sesión merecían una denuncia penal por violencia de género que a último momento cambio a maltrato laboral, lo que evidencia que el sector radical de Cambiemos no irá hasta el fondo en las denuncias contra la viceintendenta, aparentemente por un pedido desde la nación.
En tanto, Etienot irá hasta las últimas consecuencias para lograr el manejo de los fondos, que pretende destinar a la compra de un inmueble en una maniobra que siempre deja en la gente la sospecha por sobreprecios y que genera denuncias por la administración del dinero.
