En manos de la Justicia
Tendrán que justificar en base a qué criterios certificaron como no inundables terrenos de arroyos y lagunas y la ocupación o utilización de espacios públicos para desagües pluviales y cloacales.
Numerosos vecinos de Paraná en diferentes zonas de la ciudad se ven y se verán perjudicados por el millonario negocio de los Loteos que se realizan sin estudios previos de suelo y con drenajes deficientes en terrenos inundables.
Debido a la imposibilidad técnica de construir y la inundabilidad de los terrenos, los privados adquieren hectáreas muy baratas, en un caso en particular por un precio que rondaría el millón de pesos, invierten una suma muy pequeña para este tipo de negocios en urbanizarlos, y luego venden los fraccionamientos obteniendo una suma superior a los 400 millones de pesos.
La falta de escrúpulos de los funcionarios aparece cuando los privados piden habilitación para construir en estos terrenos y la obtienen a pesar de que no son aptos para construir barrios.
Un caso de vecinos que padecen las consecuencias de empresarios poderosos y funcionarios que tendrían millones de razones para aprobar las construcciones se da en el Loteo Greca, ubicado en el barrio Hernandarias, en donde un arroyo se rellenó desviando las cuencas, provocando un terrible impacto ambiental y desviando el agua de lluvia a calle Blas Parera sin tener en cuenta los daños que eso causa.
Llamativamente, ese loteo logró una habilitación como terreno no inundable, a pesar de que se ubica justamente encima de un arroyo.
Otro caso emblemático y que despertó la gran preocupación de los vecinos se da en el loteo del Acceso Norte, en la entrada de la ciudad, a tres minutos del centro, que se encuentra en un pozo que se encuentra entre 8 y 10 metros por debajo del nivel de la ruta.
Se trata de un enorme pozo ubicado en la que era la quinta de Londero, una zona conocida por los vecinos por la flora y fauna típica de los bañados que allí habitaron históricamente. Es un terreno que ni siquiera ha sido intruzado por la dificultad para levantar allí cualquier tipo de edificación.
Los vecinos manifiestan su gran preocupación porque en ese lugar las napas de agua están a 50 centímetros del nivel del suelo y serán contaminadas por las cloacas que la empresa Norvial está construyendo allí, con caños troncales de apenas 15cm de diámetro para servir a 400 viviendas.
Con respecto a ese tema, subsecretario de Saneamiento, responsable de la habilitación de las cloacas en la ciudad, José Borghello, salió el fin de semana a pedir públicamente a los vecinos de la ciudad que no tiren desechos ni toallitas femeninas al inodoro para no tapar los baños, debido a las numerosas denuncias que recibió el municipio en varios barrios de la ciudad en donde también se desviaron los arroyos para construir las viviendas con cloacas muy precarias.
Curiosamente, Borghello es el responsable de habilitar y dar el visto bueno a las cloacas del loteo ubicado en el Acceso Norte y, a pesar de presentar características similares a las que han sido denunciadas en otros barrios, habría otorgado la autorización a esta obra privada.
Más curioso aún es que el capataz de obra en ese loteo es el hermano de Borghello, a quien no le habrían correspondido las generales de la ley ya que todo queda en familia. Es una grave irregularidad que un funcionario público sea el que otorgue una habilitación a un familiar tan cercano.
Las cloacas en esta urbanización deberán utilizar bombas y elevadoras porque el terreno está en un pozo, un sistema que ya padecieron otros vecinos, especialmente los del barrio VICOER, que se quejan constantemente ante el intendente Sergio Varisco porque están “tapados en mierda”.
A pesar de todos los antecedentes y casos similares y aún sin haber presentado los estudios correspondientes, el Colegio de Bioquímicos de Entre Ríos, y la empresa constructora Norvial, lograron una habilitación que califica al suelo como no inundable al del Acceso Norte.
El impacto ambiental que la urbanización provoca en la zona es tal que se utilizan las banquinas pertenecientes a Vialidad para desagotar el agua de lluvia.
Esa maniobra, además de utilizar para un privado infraestructura perteneciente al gobierno provincial, genera un gran peligro para el fluido tránsito del lugar, ya que durante lluvias de mediana intensidad se pueden producir espejos de agua en la ruta y tampoco permite a las banquinas drenar como deberían.
Es sabido que las calzadas resbaladizas y los espejos de agua son causantes de accidentes de tránsito que en muchos casos provocan lesionados graves y muertes.
A pesar de que recibieron numerosas intimaciones para detener los trabajos provenientes de Vialidad Provincial, que data de octubre del año pasado, y del municipio, la obra continúa y ya se encuentra en estado avanzado.
Debido al reclamo de los vecinos, la causa se judicializó mediante un amparo que presentaron los diputados provinciales Gustavo Guzmán (FpV) y Gustavo Zavallo (FR) para que cesen las obras”.
Según indica la demanda, la urbanización “perjudica y perjudicará más aun, en potencia, a la zona geográfica donde la misma está ejecutándose, con respecto a las inminentes inundaciones y anegamientos por la falta de previsión de desagües y drenajes”.
Además, el amparo también apunta contra la Resolución del subsecretario de Infraestructura de la gestión municipal anterior, Abelardo Llosa, por la cual se autorizó el inicio de la obra sin haberse cumplimentado las normas previstas en el Código Urbano y las leyes.
Llosa deberá explicar ante el juez cuál fue el criterio que utilizó para otorgar la habilitación y lo mismo deberán hacer los directores de Vialidad Urbana durante la gestión de Blanca Osuna, Carlos Migliavacca, llevado al municipio por Carlos Molina, y Xavier Bilbao, ambos bajo las órdenes de Llosa.
La causa llegó a la Justicia y se encuentra en manos del juez Pablo Virgala y funcionarios involucrados tendrán que argumentar por qué otorgaron la habilitación.
Los vecinos de la ciudad esperan preocupados una respuesta y, mientras algunos sostienen que esto con don Humberto no pasaba, esperan que no haya que lamentar consecuencias debido a la ambición de los millonarios empresarios y de las millones de razones que tendrían algunos funcionarios para ser cómplices.
