Mafias y corrupción estructural
Endeble defensa del polémico inspector de tránsito a través de declaraciones públicas argumentando su accionar, sin embargo las pruebas documentales lo desmienten.
Gran repercusión, marcada con una fuerte indignación y malestar, tuvo la nota publicada por este medio el pasado fin de semana.
Un hecho lamentable que ocurrió el sábado por la madrugada en un operativo de tránsito a cargo de la Municipalidad de Paraná.
Un operativo teñido por completo de irregularidades por parte del funcionario que tuvo a cargo el mismo, el inspector Germán Leites.
En aquella publicación mencionada se daba cuenta del lamentable accionar por parte de Leites, quien, a pesar de la inexistencia de alguna infracción de tránsito, no solo procedió a labrar un acta y a multar a una ciudadana, sino que también ordenó la retención del vehículo sin ningún argumento legal.
Una publicación que en ningún momento tuvo como fin obtener algún privilegio o ventaja por parte de las autoridades, sino mostrar la realidad a la que están expuestos los ciudadanos.
Tal es así que en el penoso se vieron reflejados varios paraenses que periódicamente sufren las malas formas, atropellos, amedrentamiento, hostigamiento y hasta insinuaciones de una exigencia de beneficios pecuniarios so pena de multas o retenciones vehiculares por parte de un grupo minúsculo de inspectores de transito de la ciudad.
Mafias que están enquistadas hace varias gestiones municipales y que dan cuenta de la marcada corrupción estructural en la administración pública, en este caso, municipal.
Situaciones que dan mucha tela y amplio margen para debatir con el interrogante de si los funcionarios a cargo de entablar este tipo de relaciones con los ciudadanos están preparados para hacerlos, como también si los mismos tienen pleno conocimiento y consciencia de las distintas normativas vigentes aplicables a la circulación vehicular.
Más allá de esto, lo cierto es que el mal accionar del inspector Leites se vio reflejado en varios ciudadanos.
Un Leites que intentó, aunque sin éxito, practicar una defensa a través de declaraciones públicas realizadas ante Rubén Almará.
En las mismas, Leites, al ser consultado por Almará sobre las acusaciones realizadas por este Portal, negó rotundamente el hecho irregular, sosteniendo “al momento del procedimiento no poseía tarjeta de autorización para circular y licencia de conducir”.
Agregando “una vez que se retiene el vehículo y ya estaba el procedimiento hecho aparece un muchacho con la documentación, pero ya había pasado unos 40 minutos aproximadamente, ya el vehículo estaba fajado se retiene y ellos ingresan acá”.
Para luego contarle a la audiencia que el propietario del vehículo le manifestó que iban a sacar las llaves y otras pertenencias personales de su interior y arrojaron la documentación.
Declaraciones públicas que llamaron muchísimo la atención en virtud de las pruebas que existen en el expediente, pruebas que en ningún momento ni Leites ni Almara hicieron alusión ante la audiencia radial.
Una de ellas, la fotografía que fue publicada por este medio, donde consta el horario de la misma, 2 am, momento donde la ciudadana se encontraba dentro del vehículo -aun no retenido- con toda la documentación necesaria para circular, esto es carnet y tarjeta azul, justamente los documentos que Leites manifiesta como faltantes.
Un Leites que ante Almará dijo que dichos documentos fueron tirados en el vehículo una vez retenido el mismo, algo que no se condicen con el horario del acta.
Así, conforme al acta, la misma fue labrada a las 01:50, desbaratandose por completo la penosa versión del funcionario municipal que a la prensa indicó que “a los 40 minutos” apareció un muchacho con los papeles, y que una vez fajado, se solicitó abrirlo para extraer pertenencias personales.
Pruebas que ya fueron incorporadas al expediente municipal en donde Leites deberá dar explicaciones ante las autoridades sobre su anómalo proceder.
Autoridades municipales que deberán empezar a tomar cartas en el asunto ante la ilegalidad en las actuaciones de sus funcionarios, los cuales cometen graves atropellos contra los vecinos, existiendo sobras muestras de pedidos de dádivas, muchas de estas judicializadas.
Lo mismo cabe para las autoridades provinciales, por la triste actuación de los funcionarios policiales apostados de apoyo en los operativos, los cuales son adiestrados para la defensa de los inspectores ante algún altercado que puedan recibir de algún conductor retobado, pero a los que no se le baja línea, es más, prefieren darse a la fuga, frente a la flagrante ilicitud en perjuicio de los ciudadanos.

