“Mira quién te toca de compañerito”
Giorgio le repetía, confiándole, a Carlomagno “en Concordia somos un grupo de amigos”, refiriéndose a la familia judicial y política.
Los movimientos recientes en la Justicia están dando mucho de qué hablar a los mentideros que recorren los pasillos de Tribunales.
La decisión de Gustavo Bordet de cubrir la vacante producida en el Superior Tribunal de Justicia generada por la jubilación de la vocal Leonor Pañeda con el camarista concordiense Martín Carbonell y la conformación de la Sala de Casación Penal de Concordia están en boca de todos.
Carbonell en un primer momento fue propuesto para integrar la Sala de Casación que se abrirá próximamente en la capital del citrus, pero finalmente Bordet lo postuló como vocal en el Superior Tribunal de Justicia.
Aunque todavía queda que el Senado apruebe los pliegos, esta determinación provocó revuelo y innumerables comentarios, entre ellos, una cargada para el vocal del STJ Bernardo Salduna.
Según comentan los mentideros en los pasillos de Tribunales, Giorgio llamó por teléfono a Salduna para chicanearlo con “¡mirá quién te toca de compañerito ahora!” en alusión a Carbonell.
De acuerdo con los comentarios, en algún momento parece que Salduna tuvo problemas en la Justicia y tuvo que solicitar una probation, cuya resolución recayó nada más ni nada menos que en Carbonell.
Carbonell fue propuesto para el Superior Tribunal por el gobernador de la provincia, quien no tuvo pudor en admitir su amistad al afirmar “Martin fue al colegio conmigo, para que no queden dudas”.
Con la designación de Carbonell al máximo tribunal de la provincia, este quedaría integrado con el 66% de concordienses ya que actualmente cinco de los nueve integrantes son de esa localidad, como Miguel Ángel Giorgio, Omar Carubia, Salduna, Juan Ramón Smaldone y Germán Carlomagno.
La costa del Paraná, en cambio, está representada por Claudia Mizawak, Susana Medina de Rizzo y el presidente Emilio Castrillón.
Con esa mayoría de concordienses, no sorprenden las palabras que los mentideros le escucharon a Giorgio en los pasillos de los Tribunales de Paraná confiándole a Carlomagno: “en Concordia somos todos un grupo de amigos”, refiriéndose a la familia judicial y política de la Capital del Citrus.
