Malestar en el sector público porque mientras el Gobierno no cesa con las creaciones de cargos y designaciones de funcionarios, implementa un poderoso recorte a los trabajadores estatales.
Días antes del aislamiento el Gobierno negaba rotundamente una crisis económica en la Provincia, llegó el covid-19 y con el virus sobrevino la excusa perfecta aunque falaz, las cuentas públicas no dan más por el despilfarro, no por la pandemia y los empleados públicos son la única variable de ajuste.
El malestar en los empleados públicos llegó a niveles solamente comparables con el gobierno de Sergio Montiel o Mario Moine, sin dudas los dos mandatos provinciales donde los estatales terminaron con lastimados por completo.
No es para menos, desde que asumió su segundo mandato Gustavo Bordet, empezó a manifestarse aún más la crisis económica y financiera que atraviesa la Provincia, causada, por años y años de despilfarro de su propia gestión.
Comenzó el 2020, y todas las versiones indicaban que haría ajustes fuertes contra los estatales, estaba claro para el Gobierno Provincial que la fiesta de designaciones y creaciones de cargos la tenían que pagarla exclusivamente los trabajadores.
Para los funcionarios no existiría ninguna limitación en la infinidad de privilegios que reciben, es más, los nuevos cargos y nombramientos prosiguieron y prosiguen hasta el día de hoy.
Son millones y millones de pesos diarios que insumen este conjunto de funcionarios públicos, la gran mayoría, a pesar de que el Gobierno los haga desfilar en las conferencias de prensa diarias que realiza, no se encuentran trabajando por el aislamiento, pero que sin embargo se les sigue pagando sus abultados sueldos, alquileres, teléfonos, chóferes, viáticos y demás beneficios.
Para el Gobierno de Bordet, desde un principio sus funcionarios no están incluidos en la variable para ajustar, tampoco lo estarían en la pandemia.
Con los trabajadores estatales otra es la realidad, la incertidumbre de los mismos comenzó meses antes de que reasumiera Bordet, cuando comenzaron a cobrar sus haberes a destiempo, es decir, días posteriores a lo que venía ocurriendo.
Luego sobrevino la estrategia de paralizar el otorgamiento de las jubilaciones, subir la edad para obtener el beneficio e incluso elevar el porcentaje de los aportes, la incertidumbre se convirtió en temor.
Este miedo se fue incrementando a medida que transcurrían los días, llegó el impuestazo y la extensión aun más del cronograma de pagos, los estatales cobraron 15 días después de haber ejecutados sus tareas.
Por aquel entonces mirábamos al coronavirus por la televisión, muy lejanamente, pero “el bicho” llegó al país, y se debieron tomar medidas, sobreviniendo la declaración e emergencia sanitaria y el aislamiento social obligatorio.
Con el coronavirus entre nosotros, el Gobierno bordetista encontró la excusa perfecta para materializar los ajustes hacia los trabajadores, aunque la justificación es falaz, y está más que claro, porque, por un lado, se aprieta al estatal, pero para con los funcionarios nos e ha tomado ningún tipo de medidas, es más, en plena pandemia Bordet no cesa de crear y designar gente, ejemplos hay sobrados.
Creó un ministerio para Juan José Bahillo, y con él, más de un centenar de cargos, la Dra. Rosario Romero también fue beneficiada con varios puestos nuevos, lo mismo que Luis Benedetto en obras públicas y Marisa Paira en desarrollo social.
A todos estos el gobernador los beneficio con una infinidad e coordinaciones, secretarias, subsecretarías y direcciones que en su primera gestión no existían.
El criterio no aparece en el Gobierno Provincial, por un lado crea cargos a mansalva y el festival de designaciones no para, pero por el otro lado ajusta, siendo su única variable, los estatales.
Ahora aparece una nueva medida de recorte que perjudica exclusivamente al trabajador público y a nadie más.
El gobierno de Bordet, decidió aprovechar la pandemia para bajar las horas extras.
Así lo dispuso conforme al memorando Nº1 de fecha 10 de abril del 2020, al cual accedió este Portal, disposición que lleva la firma del secretario de hacienda de la provincia, CPN Gervasio Labriola.
Como se ve en la disposición, la justificación expuesta por la Provincia, es el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Sin embargo, la razón es otra. El 15 de marzo este medio daba a conocer que se vendría la medida ahora dispuesta, luego de un reclamo generalizado que se suscitó en plena jornada laboral en el primer piso y en la planta baja de la Casa Gris.
Las extras merecen una aclaración, las misma han sido dispuestas por el Gobierno para precarizar a sus trabajadores, vale decir, como no pueden –o no quieren- darle un aumento de sueldos, los empleados elijen cumplirlas para hacer un mango más a sus míseros sueldos.
Para quienes no trabajan en la administración pública la medida podría parecer acertada la medida, si lo que se quiere es reducir los costos de la administración, conclusión que se cae si se tiene en cuenta el costo que implica para el gobierno y las necesidades que los trabajadores cubren con las horas extras.
Es sabido que los sueldos de una gran parte de la administración provincial son exiguos, el mínimo no supera los 25 mil pesos mensuales, muy por debajo de la línea de la pobreza y apenas superior al de la indigencia conforme a los datos del INDEC.
Ampliando esta información oficial: en enero una familia tipo necesito un ingreso no menor de los $40.373,01 para no quedar debajo de la línea de pobreza y de $16.478,78 para no ser indigentes, cifras que en marzo se elevaron.
Las horas extras representan para el trabajador estatal provincial un plus para los que al menos aspirar a intentar a llegar al día 15 –ni pensar a fin de mes- para los que menos cobra.
En rasgos generales, el valor de las horas extras en la Provincia depende de cada trabajador, ya que se aplica un coeficiente extraído de la categoría y otros adicionales del agente, (responsabilidad funcional, etc.).
En los agentes, por ejemplo, de la categoría 10 a 5 el valor de la hora extra es ínfimo, entre 100 y 120 pesos, en las categorías más amplias es superior, pero igualmente no son para nada estrafalarias o exorbitantes.
Respecto al cumulo de horas extras disponibles de las reparticiones que tienen acceso –no todas, pero si la mayoría-, supo este medio, que lo normal y habitual es entre 30 y 40 mensuales que puede realizar el trabajador.
Esto para el caso de servicios que no sean críticos o, incluso, áreas cuyos titulares son cercanos al gobernador, para estos más cercanos los cupos disponibles es entre 70 y 100 horas mensuales por trabajador.
Siguiendo en la línea de ejemplificar, piénsese un trabajador de la mínima, es decir esos de los casi 25 mil pesos que con mucha suerte pueda acceder al máximo de cúmulo de las horas (40) a un precio máximo por hora ($120) en una repartición no critica o no tan cercana a la gobernación, cobrara de plus por las extras solo $4800, casi 30 mil pesos mensuales entre sueldo y horas extras.
Si el ejemplo lo llevamos al máximo del valor y cúmulo es un promedio de 10 mil pesos mensuales extras por las horas.
Como se puede apreciar, el plus no resulta para nada exorbitante o atribuible al descalabro de las cuentas provinciales y la necesidad actual de adquirir insumos, ya que está a la vista, por la cantidad de denuncias, reclamos e incluso demandas judiciales que tampoco la Provincia ha comprado elementos necesarios para enfrentar la pandemia.
El argumento es la crisis económica y financiera que afecta y no es nueva a la Provincia, aunque para los compromisos políticos la realidad sea otra.
No es la única medida que implementa la gestión provincial contra sus trabajadores, existiendo un fuerte malestar en la Policía de Entre Ríos.
Según supo este Portal, el gobierno decidió no afrontar sus las obligaciones en concepto de adicionales a los agentes que han cumplido con guardias en distintas reparticiones provinciales durante los meses anteriores.
Vale decir, no es que paralizo la ejecución de adicionales para el futuro, sino, que aquellos ya realizados, no se les va a pagar, estando paralizados los trámites para abonarlos.
Hoy los estatales tienen que enfrentar en sus puestos de trabajo –para los que concurren- y para los que no, en los negocios, cajeros y demás sitios donde obligadamente tienen que concurrir ya sea para adquirir el sustento diario o pagar sus cuentas, el miedo ante el contagio del coronavirus, pero, también, el terror del este nuevo virus que vino para quedarse en la Provincia proveniente de una gestión provincial que por su incapacidad o desidia de llevar las riendas públicas encuentra cualquier excusa para seguir ajustándolos.


3 comentarios
Ajusta los contratos que tienen los diputados 6 minimo cada uno tiene pregintale a la diputada de parana
El fin de semana y gracias a tu nota nos enteramos con los compañeros que la PAIRA ya nos recortó un 50% las horas de Maro en Desarrollo. Abril nos paga el sueldo con suerte, todo de callado y sin avisar. Los funcionarios nos dan la cara, lleno de directores y coordinadores que se la pasan boludenado en los pasillos del quinto
Averiguá los contratos que están haciendo en la Vicegobernación, Laura Stratta se tiene que fumar a los asesores que Kueider no pudo meter en la Nación… y les dió contratos (o sinó a us esposas)