Las banderas contra la violencia solo para la tribuna: Los diputados provinciales también le dieron la espalda a Fátima Acevedo

Como se preveía, luego de varias versiones de acuerdos políticos y mejoras, se cayó la interpelación a la ministra Rosario Romero, unas de las responsabilizadas socialmente por el feminicidio evitable de la joven paranaense

A la hora de emprender la presente noticia es inevitable no pesar en la estrofa inicial de La Cigarra, “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí…”, dice el popular himno inmortalizado de María Elena Walsh.

A Fátima Florencia Acevedo, la mataron muchas veces.

La mató la Policía cuando no imprimió en su denuncia la urgencia que su caso ameritaba, la mató Fiscalía cuando no arbitró los medios necesarios para evitar que “el macho” que la sometía deje de hacerlo, la mató en definitiva el Estado Provincial, que no previno su muerte por ella misma anunciada.

Y si de prevención se trata, una única y exclusiva autoridad provincial que tenía el deber, por ser la jefa máxima del organismo que debe brindar seguridad y evitar los feminicidios y el resto de los delitos, la ministra de gobierno, justicia y seguridad, Rosario romero.

Y esto no lo dice el Portal, como seguramente expondrá el Gobierno o el ministerio para correrse del centro de las críticas, sino que lo dijeron miles de mujeres en la masiva marcha del 8M que se desarrolló en la capital entrerriana.

En dicha oportunidad, como en otras movilizaciones anteriores por Fátima que se desarrollaron en Paraná, los carteles y los pedidos de justicia llevaban consigo el pedido de renuncia de la ministra.

El colectivo social e mujeres entendió y se convenció que fue la ministra una de las principales responsables de la desaparición de la joven y su posterior muerte.

El argumento de esta atribución de responsabilidad justamente fue la ausencia del ministerio ante las suplicas de Fátima para que la protejan, ni Romero, ni nadie en el Estado quisieron escucharla, la dejaron sola.

Frente a esta situación se presentó un pedido de interpelación en la cámara baja provincial, y con el mismo, comenzaron a dispararse las suspicacias, todas ellas producto del descreimiento social que existe en los legisladores entrerrianos.

Todo apuntaba de que la interpelación presentada por diputados de Cambiemos no prosperaría sospechándose de la existencia de acuerdos políticos y mejoras a los legisladores para que justamente nunca vea la luz.

Hoy estas versiones encontraron cierto asidero ya que la interpelación no prosperó.

23 diputados votaron en contra, entre ellos, varias de las legisladoras y legisladores que en cuanta marcha o femicidio ocurrido se desgarran las vestiduras contra la violencia machista, quedando bien en claro que la lucha de genero de los mismos es solo para la tribuna.

Ninguna diputada del PJ acompañó la iniciativa, caso de Stefania Cora, Paola Rubatino, carina Ramos, Carmen Toller, Mariana Farfan ni Silvia Moreno acompañó la interpelación de Romero.

Mucho menos los diputados peronistas Julio Solanas, Juan Huss, José Cáceres, entre otros, todos ellos votaron como los legisladores del sector de Rogelio Frigerio, Juan Domingo Zacarías, Manuel Troncoso, Ayelén Acosta y Martin Anguiano, salvando a la ministra de un escarnio público.

Para todos estos legisladores, la Dra. Romero no debe explicar qué las omisiones del ministerio que permitieron el femicidio de Fátima.

Había que proteger a la ministra, donde fueron fundamentales los votos negativos del sector del ex ministro del interior de Macri sindicado políticamente como uno de los socios de Bordet.

Hoy, otra vez, mataron a Fátima, “como la Cigarra” también a Fátima la han silenciado, sin embargo, a diferencia de la popular canción, no está aquí resucitando

“Cuando termine muerta van a hacer algo”, perdón Fátima, perdón… pero el Estado tampoco va a hacer nada cuando te mueras.