El perjudicado es la primera vez que reabre en la pandemia, por la crisis que afecta al sector iba a cerrar definitivamente sus puertas pero pudieron más las ganas de mantener la fuente laboral, embiste, con lo que chocan siempre los emprendedores, un Estado que abusa y exige en demasía sin dar absolutamente nada a cambio.
Lo que sigue es una obviedad que no requiere ni pruebas ni ningún tipo de análisis: los privados fueron, son y serán los únicos perjudicados por las medidas de aislamiento por la pandemia.
Desde marzo, emprendedores, pequeños empresarios, debieron cerrar absolutamente sus puertas, obligándolos, para mantener la fuente laboral, a rediseñar la actividad, a través del servicio puerta a puerta.
Lógicamente, no solo los pequeños, absolutamente todos, medianos y grandes, sin embargo en los piremos es donde más notorio se perciba el perjuicio económico.
El Estado los cerró pero no los ayudó, salvo el Nacional a través del IFE o los ATP, para estos pequeños emprendedores primaron la ausencia absoluta de la Provincia y del Municipio.
Uno de los ejemplos más claros de este desastre económico iniciado por la pandemia y sustentando en el tiempo por la desidia del Gobierno provincial y/o Municipal, son los bares.
En la capital entrerriana, el Estado los cerró, luego les permitió continuar con la actividad con la modalidad de envíos a domicilio, las redes sociales y aplicaciones jugaron y juegan aquí un rol fundamental, luego se permitió la reapertura, tras el foco de contagios, volvieron a cerrarlos, y, hace una semana, nuevamente pudieron abrir sus puertas en la modalidad presencial.
Una medida que se esperaba aunque no con la variante de los horarios, lo cual verdaderamente absurda, no hay un solo paranaense que no piense y sostenga lo irracional ye incoherente del plazo permitido para trabajar.
De 6 de la mañana a las 18 horas, en principio, y hora hasta las 19 horas, como si el COVID-19 actuara solo en la franja horaria excluida, como si a las 19 horas se van a encerrar todos en sus hogares por que el coronavirus sale a la calle, un disparate.
Más allá de esto, los privados y el público, los jóvenes sobretodo, aceptaron las condiciones, para los primeros es una chances mínima de salir adelante, en medio de las graves consecuencias económicas – el nivel de deuda de estos meses sin abrir es innarrable- la apertura a la gente implica ingresos genuinos que permiten mantener a trabajadores, un bar que solo puede operar vía envíos, no necesita mozos y demás personal, para los segundos la única posibilidad de compartir con amistades y familiares cara a cara tras cuatro meses, recordemos que no están permitidas las reuniones sociales, aunque si se puede ahora exclusivamente en un bar, otro disparate.
En medio de estas nuevas habilitaciones y medidas, este sábado se suscitó un gran absurdo por parte de las autoridades en este caso municipales.
La jornada que se vivido en Paraná realmente, si los lectores tuvieron la oportunidad de salir de sus casas, fue un verdadero éxito para la actividad.
Todos los bares estuvieron completos, los jóvenes salieron en manada a compartir con sus cercanos.
Otra de las cuestiones manifiestas y visibles fue la ausencia total de las autoridades provinciales y municipales en las calles, los controles fueron nulos, al menos hasta las 19 horas.
El Portal recorrió la ciudad y pudo constatarlo, salvo dos o tres excepciones, en la zona del Alameda de la Federación –ex Rivadavia- y el Patito, hoy por hoy los lugares “de moda” de estos locales, vieron colmadas la hoy permitida capacidad.
Es más, desde el fin de semana pasado, a muchos de estos bares les han permitido disponer mesas en verdeadas no propias para poder ampliar su capacidad ya que en principio solo estaban autorizadas en el exterior, a partir de este viernes, también dentro de los locales.
En todos los casos a simple vista se notaba el cumplimiento de las condiciones impuestas por las autoridades en cuanto a distancia , el alcohol en gel y demás elementos de higiene, los propios trabajadores se encargaban que no falten estos y de mantener constantemente
La necesidad del sector, que no fue ayudado de ninguna manera por el Estado, es dramática, impera trabajar porque no existen medidas para contrarrestar la falta de fuente laboral.
Y como no podía ser de otra manera, con un Estado que impone, exige y no da absolutamente nada a cambio, también se vio notable el exceso por parte de las autoridades municipales.
Eran las 19.10 horas en el conocido bar “Las Piedras”, a las 19 el personal del mismo advirtió a todos los presentes que debían retirarse, ya se había procedido a cerrar la caja, cuando arribaron inspectores municipales.
La consecuencia fue la clausura del bar, el motivo, exceso de horario permitido, fijándose como tal las 19:13 horas, exceso de música y exceso de personas en el mismo.
Nada de esto fue real, tanto para las presentes como para el personal del local.

Desde horas tempranas se había dispuesto de un DJ en vivo, El Portal pudo constatarlo, en ningún caso la música fue excesiva, aparte en todos los bares de la zona había música.
Tampoco fue real el exceso de personas, es más, muchos fueron los que consultaron si había mesa disponible y la respuesta del personal era que ya estaba completa la capacidad.
Por otro lado, las mesas estaban a una distancia visible.
Lo único de alguna manera cierto era el horario, aunque sumamente discutible, ya que a las 19 horas de advirtió que el bar cerraba y que se debían retirar, sin embargo, como sucedió en todos los locales del rubro, hasta que se efectiviza el vaciamiento pasan algunos minutos, lógico, la gente se despide.
Nada de esto previeron los inspectores municipales, como siempre imponiéndose de mala manera, procedieron a clausurar el bar, colocando la respectiva faja, y, fíjense lo absurdo de la medida –por 10 minutos no atribuible al local- que, a pesar de la clausura, la gente continuo presente.
Estaba claro que las autoridades se apersonaron al solo efecto de clausurar, no de controlar o de concientizar.
El único objetivo era la clausura, así sin más, desnudando o desprendiéndose varias sospechas respecto de las verdaderas intenciones de los inspectores, presumiéndose hasta la obtención de beneficios económicos ilegítimos.
Varios bares estaban en mismas condiciones de capacidad y distanciamientos, es más, en la zona del parque uno de ellos presentaba una mayúscula cantidad de gente –aunque con distancia entre mesa y mesa- ya que pudieron disponer de un terreno frentista para ampliar la capacidad, también luego de las 19 horas aun había gente en las mesas, sin embargo, respecto de estos no hubo ningún tipo de medidas sancionatorias.
Un bar, “Las Piedras”, que, tras cuatro meses recién pudo reabrir sus puertas y que seguramente ahora nuevamente tendrá vedada la posibilidad por el abuso de las autoridades municipales.
Un exceso notable, hoy medido en escasos minutos, que podría incrementar enormemente el grave perjuicio económico que ya presenta el privado, que, a pesar de haberse puesto absolutamente cuesta arriba, prefirió hacerse cargo de un desastre del que nada tuvo que ver, para mantener la fuente de trabajo.
Un Estado que no solamente restringe, sino más bien que impide, que no ayuda económicamente a nadie, que pone las condiciones -varias de esta disparatadas- y que luego abusa de las mismas para seguir exprimiendo un rubro que ya nada tiene para exprimir.
Un Estado con funcionarios que cobra religiosamente sus sueldos a fin de mes, y que se desconoce si en al propias oficinas cumplen los protocolos, que a través de insólitas medidas continúan embistiendo contra los privados que –por cierto- son quienes mantienen con el pago de impuestos, tasas y contribuciones al propio Estado.


7 comentarios
Que injusto esta clausura.
Testa que directiva estas dando.
«Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada, ja ja impresentables.-
PERO LOCO, PONGANSE DE ACUERDO, O SE PUEDE ABRIR O NO, Y SI PERMITEN ABRIR QUE HAY DE MALO EN LO Q HICIERON, DE ULTIMA DEBEN CONTROLAR QUE LOS PROTOCOLOS SE CUMPLAN PERO NO CLAUSURAR, UNA LOCURA
Ricardo, yo no hablaría de algo insólito. Los vecinos hacen denuncias constantes por el tema de la música en ese lugar, y cualquiera que pasaba podía ver gente sin barbijo esperando pegada a las mesas ocupadas.
Habilitaciones ,la manejan los Halle Romero y los osuna Varisco,de Bhal nadie.
Da pena ver mi Paraná querido de esta manera.