El análisis de comentarios y mensajes de las redes sociales entrerrianas resulta lapidario hacia las máximas autoridades provinciales, ¿hasta donde llega la desconfianza de los ciudadanos en la clase política que incluso descree de sus contagios de COVID?

Que el mismo día dos de las máximas autoridades provinciales den positivo al coronavirus verdaderamente era una noticia impensada de dar para la prensa y de recibir por parte de los ciudadanos.
Sin embargo, este martes miembros de la cúpula política e institucional entrerriana así lo hicieron, recurriendo a la frase maquiavélica, “haciendo posible lo imposible”.
El primero en salir a confirmar su diagnóstico fue el gobernador Gustavo Bordet
Lo hizo en horas de la tarde, manifestando que se encontraba asintomático y muy bien, que cumpliría igualmente sus deberes institucionales y trabajará desde su residencia.
Al conocerse la novedad, las redes se invadieron de comentarios, como también la prensa nacional, generando alarma en distintas provincias por un encuentro que mantuvo Bordet el pasado viernes en la ciudad de Puerto San Martín.
Entre los contactos del mandatario estuvieron figuras importantes de gobierno, caso del presidente Alberto Fernández y los gobernadores Omar Perotti, Axel Kicillof, Óscar Herrera Ahuad, Gustavo Valdez, Jorge Capitanich, Gildo Isfran.
El sábado ocurrió lo mismo pero en la ciudad de Diamante donde Bordet recibió una comitiva del ministerio de ambiente nacional encabezada por Juan Cabandié.
Lo que resultó curioso, no solo fue el tono crítico de varios medios respecto de las actividades del mandatario y una supuesta irresponsabilidad, sino también, las redes sociales de usuarios entrerrianos.
La generalidad de los mensajes, posteos, comentarios del diagnóstico positivo de Bordet replicadas en la prensa, manifestaban un descreimiento a la noticia confirmada por el propio mandatario.
Es más es su propio muro se ven reflejados mensajes de usuarios expresándole – lisa y llanamente- que no le creen su COVID.
El descreimiento hacia la clase política es una realidad que se encuentra otorgándose desde hace tiempo, la generalidad de los entrerrianos no confía en sus autoridades, que esta crisis en las relaciones político/funcionario-ciudadano se agravó en la pandemia no es ninguna novedad.
Desde el momento cero de la emergencia sanitaria se percibieron grades contradicciones entre lo que los gobernantes proclaman, anunciaban megas inversiones en el sistema de salud que al poco tiempo no se reflejaban en los hechos.
Y es que desde aquella oportunidad desde los propios hospital y centro de salud públicos de la provincia eran los propios sanitarios quienes se quejaban, denunciaban e incluso advertían la gravedad de su situación con condiciones laborales precarias, ni siquiera elementos de protección personal les daba el Gobierno, es más hasta un juicio de amparo perdió el Ejecutivo entrerriano por esta situación.
Con el correr de los meses la problemática no varió, agravándose, porque los ciudadanos empezaron a interpretar al encierro como una excusa de las autoridades para no hacer.
La lectura, proviene del análisis de las manifestaciones en las redes sociales, es una sensación colectiva de que el aislamiento fue la salida fácil para un Gobierno que desinvirtió en la salud pública a pesar de una emergencia sanitaria gravísima y nunca vista.
Los hechos diarios que padecen los trabajadores sanitarios (“los únicos héroes en este lio”) y los que afectan a los ciudadanos por el brote suscitado en Paraná, con hisopados que actualmente –en el mejor de los casos- demoran semanas, si la persona tuvo la suerte de que le realicen el test porque no hay para todos, la falta de camas y/o respiradores para aquel sector poblacional que requiere este tipo de asistencia, terminaron de dar asidero a la desidia.
Dicha descripción aplica a las consecuencias inmediatas o directas de no destinar los recursos públicos a las verdaderas prioridades, como consecuencias accesoria, y más producto del aislamiento, lógicamente los más afectados fueron y son los privados, aquellos emprendedores de la provincia que debieron cerrar sus puertas por las medidas restrictivas.
Se insiste, medidas restrictivas que, en el colectivo social se interpretan más como una alternativa facilista de un Gobierno que no quiso invertir en la salud de los entrerrianos que necesaria para evitar la circulación.
Y es que, por ejemplo en Paraná, ciudad más afectada por la desidia, desde un primer momento no se controló los accesos a la ciudad, desde Buenos Aires, que ya se mostraba como foco de COVID, iban y venían a diario, sin ningún inconveniente, ciudadanos.
Paraná no tenía problemas con el coronavirus, lo iba a tener si no se aislaba o se restringía fuertemente a la ciudad de los ingresos externos, indudablemente esta política requería de un fuerte fortalecimiento en materia de seguridad, cartera propia del Gobierno Provincial.
Hoy, con razón, se piensa que la capital entrerriana, si se hubiera hecho lo que se debía hacer en un primer momento, podría ser de libre circulación interna, con toda la actividad privada funcionando.
Ya es tarde, no se hizo y el colapso anunciado reiteradamente se instaló, aparentemente para quedarse.
Paralelamente los ciudadanos comenzaron a notar que las restricciones eran solo para ellos, los funcionarios y autoridades iban y venían a diario desde verdaderos focos hacia la capital entrerriana.
De nuevo, los privilegios que otorga el poder, para colmo de males para volver con las manos vacías desde aquellas oficinas de la Casa Rosada que descreen en la conducción entrerriana.
En el medio de toda esta desidia, Bordet implementa un crudo plan de ajuste, afectando a sus propios trabajadores y jubilados de la provincia que dirige justificando la medida en mayor inversión para la pandemia.
Lo que parece increíble en el relato, que desde que reasumió su puesto no ha cesado en la ceración de cargos y designaciones de funcionarios políticos. Incrédulamente se pensó que desistiría de seguir complimiento sus compromisos de campaña, sin embargo, a pesar de la gravísima crisis económica, financiera, sanitaria y demás, continua nombrando y privilegiando a sus funcionarios.
Frente a todo este malgasto de millones y millones de pesos diarios que no se destinan ni se van a destinar a la salud de los entrerrianos, con medidas restrictivas para algunos y absoluta libertad para unos pocos, el descreimiento ciudadano hacia Bordet y toda su gestión, aparece lógica y justificada.
Lo que no se pensaba es que esta falta de confianza y falacia que representa la figura del gobernador también se expandiría a su anuncio de diagnóstico positivo de COVID.
Se ha llegado a un punto de incredibilidad que cientos de usuarios de las redes sociales entrerrianos atribuyen el diagnóstico asegurado por Bordet a una estrategia de marketing, en el caso puntual, para victimizarse.
La desconfianza o falta de credibilidad en la palabra del gobernador lógicamente no es ninguna novedad, a diario, trabajadores, jubilados, comerciantes, estudiantes, emprendedores lo cuestionan por anuncios o promesas incumplidos.
Lo que si escandaliza o conmueve es que llegue a tal punto de no creerse que tenga coronavirus.
Otro dato que resulto curioso para los ciudadanos, si uno continua en este afán de analizar las reacciones sociales de los paranaenses en las redes, resulto de la confirmación también como COVID positivo que produjo el presidente de la cámara de diputados, Ángel Giano, horas posteriores al anuncio de Bordet,, uy este martes se sumó la vicegobernadora Laura Stratta.
Con Giano ocurrió lo mismo, la generalidad de los entrerrianos descreyó del anuncio, aunque a diferencia de Bordet, este se cuidó en las redes sociales se recibir solo mensajes de apoyo.
No fue lo único que llamó la atención, también se habló en la actualidad de la magnitud de los privilegios de los importante funcionarios incluso con el acceso a la salud.
Fue el propio Giano quien expreso en los medios que se hizo el hisopado en horas de la mañana y por la tarde ya tenía el resultado.
Otra vez la doble vara incluso para acceder al sistema de salud: cuando para el resto de los mortales el diagnostico se dilata incluso una semana, para aquellos que tienen la suerte hoy de realizarse a un hisopado, porque ya ha sido denunciado que por el colapso se está otorgando mediante comunicación telefónica sin practicarse ningún test, para el presidente de la cámara baja, en cuestión de pocas horas ya tenía su confirmación.
Pero, volviendo a las redes, con el “gober”, y sirva de advertencia, los comentarios en su propia red social fueron lapidarios, este Portal recolectó algunos, por supuesto, recibió apoyos pero en la misma cantidad mensajes concretos donde le manifestaban que deje de mentir y victimizarse.

Para que no se malinterprete la advertencia, la misma tiende a la inversión constante de fondos públicos que el Gobierno está destinando a las redes sociales y a la comunicación, con designaciones, contrataciones, compras de computadoras de alta gama e incluso alquileres de oficinas a pesar de que existe la eximición de concurrir a los lugares de trabajo.
Sr. Gobernador, le están robando en la cara, al menos esto surge de sus cuentas de Facebook, Instagram y Twitter.
Más allá de esto, retomando el análisis de los casos positivos de parte de la cúpula provincial, lo cierto es que en las redes se habla de una estrategia de marketing, poniéndose de manifiesto el descreimiento existente en los ciudadanos con respecto a las pronunciaciones de la dirigencia política entrerriana, en el caso concreto, hacia Bordet y Giano.
Interpretación que surge del análisis de las manifestaciones populares recientes.
Si así fue el caso, y se tratase de una estrategia publicitaria con el fin de victimizarse para revertir su imagen y los duros los cuestionamientos que recibe a diario, la misma no le funcionó.
Por último y ante un seguro embiste por parte del Gobierno Provincial hacia este Portal, los trabajadores y trabajadoras del mismo queremos dejar sentado y aclarar que de ninguna manera asumimos y aceptamos una actitud negacionista hacia la existencia del coronavirus, tenemos cientos de amigos, familiares y conocidos que están padeciendo a diario las consecuencias de la desinversión en la salud pública.
Es un simple análisis de las expresiones ciudadanas que ponen en duda el diagnóstico de varias de las figuras de la política entrerriana, ni más ni menos, las máximas.
Por lo demás, y solo para el caso de que las presunciones de un gran número de paranaenses no tengan asidero, le deseamos una pronta recuperación al Sr. Gobernador, incluida la de coronavirus.

2 comentarios
Cuando van a comprender, que al pueblo unido ya nadie los engaña.
y despues dicen que los contagios son por Asados y Reuniones Sociales, en donde habran estado de joda???
Santa fe, Diamaente ??