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Fue en el debut de la mesa electoral. A la reunión, que estuvo encabezada por el Presidente, se sumó sorpresivamente Máximo Kirchner.
Con la sorpresiva presencia de Máximo Kirchner a última hora, el presidente Alberto Fernández encabezó este jueves la mesa nacional del Frente de Todos en la sede del PJ de la calle Matheu, un encuentro forzado que reunió por primera vez desde la campaña del 2019 a los principales dirigentes de todos los sectores del oficialismo y que bien entrada la noche aún continuaba. Se pulía un documento que sufrió varias modificaciones y que se consensuó después de horas de debate.
Cerca de la medianoche de este jueves, una treintena de dirigentes, entre el albertismo, el kirchnerismo y el massismo, y representantes de los gobernadores, los intendentes bonaerenses y el sindicalismo, todavía exponían sus posiciones en la previa de la campaña electoral que el oficialismo buscará ordenar en plena tensión entre las diferentes tribus.
Según pudo saber este diario, el documento, que se había empezado a negociar desde el fin de semana, terminaría de incluir un señalamiento contra “la proscripción” que, según el Frente de Todos, transita Cristina Kirchner. Y abundaría en la necesidad de fortalecer la herramienta de las PASO, después de que el año pasado se discutiera internamente entre la Casa Rosada y el kirchnerismo sobre ese proceso electoral.
Es la primera vez que el jefe de Estado y el jefe de La Cámpora y del PJ bonaerense vuelven a verse las caras tras la renuncia del diputado a la jefatura del bloque del FdT, en el verano del 2022.
Según fuentes oficiales, Fernández se enteró por televisión que el hijo de la ex presidenta participaría del encuentro. Si lo sabían en el kirchnerismo. El sector más duro de la coalición no le quiso dejar al mandatario todo el rédito político de la reunión, convocada por el propio jefe de Estado como presidente del PJ nacional.
Desde ese desplante del diputado de febrero del 2022, en plena votación del acuerdo con el FMI, la relación con el Presidente fue de mal en peor, y el diputado se dedicó sistemáticamente a castigar públicamente y en privado la gestión presidencial. Nunca volvieron a recomponer.
A la mesa dispuesta en forma de u en el primer piso de la sede partidaria, sitiada para la ocasión -hubo vallas que impidieron durante todo el día el libre tránsito-, se sentaron el Presidente y Santiago Cafiero, Victoria Tolosa Paz, Agustín Rossi, Juan Manuel Olmos, Fernando “Chino” Navarro y Julio Vitobello, por el albertismo; Kirchner, Andrés Larroque, Eduardo “Wado” de Pedro, Anabel Fernández Sagasti y Mayra Mendoza por el cristinismo-kirchnerismo; Jorge Capitanich, Gustavo Bordet, Gerardo Zamora, Axel Kicillof y Mariano Arcioni por el lado de los gobernadores; Fernando Espinoza, Mario Secco, Alberto Descalzo, Mariel Fernández y Lucas Ghi por los intendentes; Sergio Massa, Malena Galmarini, Juan Andreotti, Cecilia Moreau, Rubén Eslaiman y Diego Giuliano por el sector del Frente Renovador, y Héctor Daer, Pablo Moyano, Hugo Yasky, Sergio Palazzo y Abel Furlan en representación del sindicalismo.
Es la primera vez desde la campaña del 2019 que todas las facciones de la coalición oficialista se sientan en una misma mesa. No hubo una reunión similar durante toda la gestión. El kirchnerismo de hecho le reclamó en reiteradas oportunidades al Presidente por la apertura de un ámbito de este estilo. Al cierre de esta edición todavía no se había difundido una foto conjunta en medio de las serias tensiones que atraviesan al Frente de Todos desde la debacle electoral del 2021, que partió al medio al Gobierno, y después de la renuncia de Cristina Kirchner a cualquier tipo de postulación, a fines del año pasado.
Desde la derrota electoral de las elecciones de medio término, el kirchnerismo y el albertismo entraron en una proceso de disputa interna que fue in crescendo.
El encuentro de este jueves abre en ese sentido una incógnita respecto de la estrategia de cara a las elecciones. Pero la presencia del jefe de La Cámpora y del PJ bonaerense, que no estaba en los papeles, propiciaba, según las fuentes, un nuevo escenario, aún incierto.
Las paredes aledañas a la sede del PJ se plagaron a media tarde de afiches con la consigna “Cristina 2023”, firmados por la agrupación La Patria es el otro, que se referencia en “El Cuervo” Larroque. Fueron pegados, según trascendió, solo un par de horas antes de la cumbre. También un pasacalle con la leyenda “Si hay proscripción no hay estrategia electoral”.
Fiel a su costumbre, el ministro de Economía fue el último en llegar. Antes lo había hecho el Presidente con sus colaboradores, que estuvieron reunidos desde el mediodía en Olivos hasta salir hacia la sede del PJ. Fernández fue el primero en hablar: se sentó al lado del ministro del Interior y del ministro de Economía.
El sábado pasado, el jefe de Estado y De Pedro habían desayunado a solas en la quinta presidencial tras los cuestionamientos cruzados entre ambos, que hicieron que el Presidente dijera que hasta el final del mandato buscaría gestionar con los más leales.
En esa conversación el funcionario le confirmó a Fernández que estaría en el encuentro de este jueves. Es decir, que el kirchnerismo iría al encuentro convocado por la Casa Rosada. Había hasta ese momento dudas sobre la reacción de La Cámpora a la convocatoria.
Ahora, en el Gobierno empiezan a delinear las diferentes hipótesis en torno a la campaña del Frente de Todos, un terreno incierto sin un candidato de unidad.
“Democracia sin proscripciones”: el comunicado completo
Los y las representantes de los diversos espacios que conforman el Frente de Todxs nos reunimos hoy para poner en común las estrategias necesarias para hacer frente a los desafíos que tenemos por delante.
Estamos en un contexto internacional de incertidumbre a partir de las consecuencias de la pandemia, las guerras y los conflictos por la hegemonía mundial.
El mayor triunfo de los poderes concentrados es someter a la sociedad en el desánimo y en el enojo, en la frustración y el descreimiento. Quieren convertir una situación global muy adversa en un fatalismo del que no hay salida.
En 2023 se enfrentarán dos modelos de país. La Argentina de un progreso compartido, democrática e igualitaria; y el anacronismo de una derecha que concibe al país como una plataforma de negocios para unos pocos. No tienen nada nuevo para decir. Repiten fórmulas que han fracasado hace décadas, salvo para enriquecer a pequeños grupos privilegiados.
En este marco, quienes integramos esta mesa tenemos como responsabilidad disponer las acciones necesarias para impedir la proscripción de la compañera vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cuyo liderazgo y potencia electoral no nos puede ser arrebatado. No hay, o no debería haber, ningún poder económico, mediático o judicial capaz de decidir por encima de la voluntad popular.
En este marco, la unidad en la diversidad es un valor importante para quienes formamos parte del Frente de Todxs.
Somos plenamente conscientes del particular momento que vive nuestra sociedad.
Conocemos todas las demandas económicas y sociales de las que aún tenemos que dar respuestas concretas.
Por eso, es tarea primordial de quienes formamos parte de este proyecto político continuar los esfuerzos para reducir la inflación, aumentar el poder adquisitivo de los salarios y trabajar en cada una de las políticas públicas necesarias para que nuestra gente viva mejor. Ese fue el contrato electoral que acordamos de cara a la sociedad en 2019 y por el cual debemos seguir trabajando.
Estos cuatro años de gobierno se vieron atravesados por circunstancias externas, como la pandemia y la guerra, que agravaron la situación de una economía devastada y sometida a un endeudamiento salvaje por el gobierno de Macri.
A pesar de este contexto, se realizaron esfuerzos que es necesario reconocer y reivindicar como parte de las tareas que nos tocó llevar adelante.
Es necesario avanzar hacia una etapa que le permita recuperar al pueblo argentino la esperanza.
Hoy más que nunca tenemos que estar al lado de cada argentino y argentina que enfrenta dificultades y trabajar junto a ellos para construir el país en el que queremos vivir los próximos cincuenta años.
Pero para evitar un retorno de la derecha, una parte fundamental de la estrategia del Frente es reforzar la unidad en la diversidad. Articular todas las diferentes miradas del Frente de Todxs y también a quienes se quieran sumar a este proyecto por una Argentina que crezca con paz, igualdad y libertad.
Las PASO son la herramienta institucional creadas por nuestro gobierno durante el año 2010, para abrir la participación de los partidos y sintetizar las diferentes visiones de un proyecto común.
El Frente de Todxs mira a los argentinos a los ojos. Hemos atravesado enormes dificultades, pero aquí estamos construyendo el presente y el futuro. Queremos representar a los millones de argentinos y argentinas que quieren una Nación donde se promueva y proteja a quien produce y a quien trabaja; donde se creen empleos con derechos plenos que permitan el progreso individual y de cada comunidad; donde el sistema científico tecnológico y las universidades nacionales sean un orgullo para todas las personas; donde la igualdad entre varones y mujeres y el pleno respeto a las diversidades sean una realidad cotidiana; donde el federalismo sea un principio y una práctica de reducción de brechas de desigualdad, para contar con un país cada vez más justo e integrado.
Nuevamente en 2023 el futuro del país está en juego.
El Frente de Todxs, unido, reafirma su orgullo por las luchas y los logros del pasado; su compromiso con este complejo presente; y su voluntad indeclinable de construir una patria libre, justa y soberana.
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