Descartan prácticamente las posibilidades de una segunda vuelta entre el el candidato oficialista Sergio Massa y la opositora Patricia Bullrich así como un ganador en primera vuelta, los dos resultados que generarían la menor tensión financiera
A un mes de las elecciones, el mercado está más atento a los números de las encuestas que a los de las variables económicas. Es que, a partir de ahora, los primeros definen en gran medida los segundos. De ahí que el trazado de escenarios se vuelve para analistas e inversores un insumo clave para la definición de estrategias, incluso con el diseño y desarrollo de encuestas propias que no difunden pero en las que basan en parte sus recomendaciones y propias decisiones de inversión.
Así es que esta semana, diversos informes que circularon por el mercado le pusieron números a las probabilidades de los resultados de la primera vuelta y su eventual impacto en las principales variables financieras.
Sin embargo, esas probabilidades se multiplican si, en vez de 45%, lo que se plantea es una victoria que sobrepase los 40 puntos porcentuales con 10 puntos de diferencia respecto del segundo candidato. Ese escenario, plantea Delphos, tiene más chances de ocurrencia hasta llegar a un 30% de posibilidades.
“Para los activos financieros, la incertidumbre es el peor enemigo. Por lo tanto, una definición en primera vuelta sería el mejor escenario. Gane quien gane. Hoy parece como el menos probable, con un 35% de probabilidad asignada, lo que nos llevaría a pensar en que persiste el escenario de alta volatilidad, poco interés estructural en activos locales y nula entrada de flujo inversor externo. El mejor de los escenarios a los ojos de los inversores externos, que sería un balotaje entre Milei y Bullrich cuenta con apenas 15% de probabilidad, lo que lleva por ahora a su descarte”, sostuvo Delphos.
Desde Romano Group, en tanto, asignan 40% de posibilidades a un balotaje entre Milei y Massa, un escenario en el que las fuerzas del mercado se vislumbran contrapuestas. Mientras el incentivo del candidato oficialista, hoy ministro de Economía, estará completamente abocado a contener las presiones cambiarias y evitar una nueva devaluación antes de diciembre, sus posibilidades de éxito son inversamente proporcionales a la percepción del mercado de un eventual triunfo definitivo de Mieli. “El problema es que, si el mercado percibe que LLA va a ganar el balotaje, la presión hacía la devaluación será cada día mayor hacia el tortuoso camino de noviembre. Milei ha sido enfático en su propuesta de dolarizar la economía y su guidance respecto al valor de equilibrio del dólar lo remite en los dólares financieros, actualmente en el orden de los $750″, explicó el análisis.
Esa mirada es compartida desde hace semanas por los analistas de 1816, quienes consideran ese resultado el de peor impacto para los activos financieros. “Si se diera un balotaje entre Milei-Massa, las 4 semanas entre la primera y segunda vuelta serían extremadamente difíciles e inciertas en materia cambiaria”, anticiparon ya que los incentivos para no devaluar, tal como ocurrió después de las PASO, serían para Massa tan enormes como incontenibles las presiones sobre el tipo de cambio.
De acuerdo al consenso de los escenarios que se anticipan, el que menos chances de ocurrencias tiene después de un ganador en primera vuelta es el de una segunda instancia con competencia entre Unión por la Patria y Juntos por el Cambio. En ese improbable escenario también el incentivo de Massa sería contener el dólar con, paradójicamente, cierta “ayuda” de Bullrich, percibida por el mercado como la candidata con más chances reales de avanzar en una agenda de reformas si llegara a ganar las elecciones.