El último gran negociado antes de partir. El suvenir que entrega Vivas.

Como un último favor, antes de que termine esta gestión, se dispuso que el gobierno de Entre Ríos PAGUE por la provisión de nuevas máquinas ticketeras para las casas de juego por casi MEDIO MILLON de DOLARES, que en realidad es un desembolso que DEBE asumir el PRIVADO que lucra con estos equipos.

Un Vivas que ya se pasa de vivo, tiene previsto lanzar una licitación para adquirir máquinas ticketeras más el mantenimiento por un año, y él se haría cargo del pago, con dinero del IAFAS. Las máquinas ticketeras son necesarias porque posibilitan que se puedan usar esos tickets en las máquinas de juego, ya que la otra forma de apostar en las máquinas de juego, sean tragamonedas o ruletas automáticas, es a través de billetes que, por viejas y falta de mantenimiento, estas máquinas de juego rechazan algunas denominaciones de billetes.

En un principio por la adquisición de seis máquinas y el mantenimiento correspondiente por un año, el gasto que iba a asumir el Estado entrerriano era de más de 350 mil dólares, 60 mil dolares cada máquina, más los 20 mil dolares por mantenimiento . Pero finalmente la operación será por 8 máquinas, por lo que el monto total llega a casi medio millón de dólares. Esto es un GRAN GASTO que realiza el Estado, cuando corresponde que sea la parte privada que lucra con estas máquinas quien se haga cargo de poner estos miles de dólares.

El principal BENEFICIARIO es el empresario del juego. Gracias a esta adquisición del Estado ordenada por VIVAS, el empresario no deberá erogar un centavo por la compra de las máquinas ni por su mantenimiento, que se instalarán principalmente en la sala de juegos de calle 25 de Mayo. La casa siempre gana, y el gran facilitador de este obsequio de navidad adelantado es el presidente del IAFAS, que fiel a su costumbre, toma decisiones inconsultas, lo único que le importa es quedar bien con sus verdaderos jefes. Gana el jefe, gana Silvio, y también hay funcionarios que ganan.

A Silvio Vivas, lo ubicó Urribarri al frente del IAFAS, y lo heredó Bordet. Durante todo este tiempo se manejó de manera independiente, respondiendo a otros «jefes». Él ha hecho de nexo entre los empresarios del juego y el gobierno de Entre Ríos, principalmente algunos funcionarios. Ha cuidado que no se corte el flujo de dinero que circula en AMBAS direcciones. Y más que nada, ha procurado que sus jefes no pierdan la oportunidad de ganar más dinero, sin perder nunca un centavo, y que, si hay que invertir en algo, el Estado entrerriano se haga cargo, como en este caso de las ticketeras.

Es casi medio millón de dólares destinados a que un empresario siga obteniendo ganancias sin invertir, y que seguramente le dará a Vivas millones de “gracias”. Ese dinero, que el IAFAS debería destinar a ayuda social, a solventar obras para escuelas, aprovisionar comedores, fomentar el deporte para alejar a los jóvenes de la calle y las drogas, se vuelca a promover y facilitar el vicio del juego, que ya está causando muchos problemas sociales, y ahora se ha enquistado entre los ADOLESCENTES por la aparición de plataformas de juego on line.

Probablemente Frigerio herede también a Vivas, para mantener el buen vínculo con los empresarios del juego, que siempre agradecen los favores recibidos.

Más allá de lo que Frigerio tenga en mente, el actual dilema de Vivas es si va a seguir en el cargo, porque manifiesta que a sus cuarenta y algo está estresado por las cosas que cierta prensa dice sobre su tarea al frente del IAFAS, y además por lo que se ha dado a conocer de su vida privada, como la fiesta de cumpleaños de la esposa que fue para 500 personas en el salón más caro de La Plata, de donde es originario y es donde reside Vivas, que incluyó champagne de primeras marcas, la actuación de los Totora, y también hizo su show, COBRANDO EN DOLARES, el mejicano Cristian Castro, un preferido de la esposa de Vivas.

Este Vivas casi no habitó el departamento que el IAFAS le paga en uno de los edificios más caros de Paraná, en calle Cordoba, donde tiene de vecino a pocas cuadras al que invierte en dólares sin declarar, Juan Domingo Zacarías. Si casi nunca está en ese departamento, implica y es lo que todos comentan en el IAFAS, que rara vez va a su oficina de calle 25 de Mayo. De vez en cuando saben de él porque está de viaje y aparece denunciado en alguna noticia. Viajes que son supuestamente relacionados a su trabajo. Pero, como no trabaja, esos viajes solo pueden tipificarse como de placer.

El principal juego del IAFAS es beneficiar a un grupo de empresarios, y a un grupo de funcionarios. Se necesitan mutuamente, y en el medio, Silvio Orestes Vivas. Esta operatoria de las ticketeras no es la primera vez que se realiza, pero, parece que es el suvenir que esta gestión de gobierno le deja a uno de los empresarios del juego. Es la donación final, o tal vez haya más. Lo que es seguro, es que lloverán millones de “gracias”, para Silvio, y para algún que otro funcionario.

El regalo de Vivas para sus «verdaderos» jefes pagado con dinero de los entrerrianos