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Las empresas de medicina prepaga se negaron y el diálogo se cortó. Paralelamente, se investiga a las firmas por supuesta cartelización. Así lo confirmaron fuentes oficiales.
En medio de la tensión por la suba en las cuotas de las prepagas, el Gobierno le pidió a las empresas del sector que congelen los aumentos por tres meses y recibió una rotunda negativa que agudiza el conflicto.
Según confirmaron fuentes oficiales, el Ejecutivo mantuvo una serie de reuniones informales con representantes de las prepagas y les propuso que no incrementen los valores por los próximos 90 días, luego de que acumulen un alza del 160% promedio en lo que va del año.
Sin embargo, los empresarios no aceptaron y plantearon que recién podrían congelar las subas en junio o julio, ya que los valores estaban muy atrasados en relación con la inflación. Tras esta situación, se cortó el diálogo entre ambas partes y se tensó aún más la relación.
“El Gobierno le pidió a las prepagas que el aumento sea 0 por tres meses y las prepegas dijeron que no. Que recién en junio o julio podrían plantear un aumento cero”, confiaron en despachos oficiales. En tanto, ante la consultas periodísticas, las prepagas respondieron: “No estamos teniendo interlocutores con el Gobierno, motivo por el cual desconocemos cualquier información”.
En paralelo, avanza la investigación en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) por supuesta colusión (cartelización) de las empresas de medicina prepaga.
Esto se suma a la denuncia que realizaron los diputados de la Coalición Cívica, Hernán Reyes y Juan Manuel López, contra las empresas de medicina prepaga que integran la Unión Argentina de Salud (UAS), a cargo de Claudio Belocopitt, por incurrir a esa presunta cartelización para fijar los aumentos de precios de manera coordinada, lo cual afectaría negativamente a los usuarios del servicio.
El recurso presentado refiere a la conducta prevista en el inciso a) del artículo 2 de la ley, que plantea que “los acuerdos entre dos o más competidores, consistentes en contratos, convenios o arreglos cuyo objeto o efecto fuere: a) Concertar en forma directa o indirecta el precio de venta o compra de bienes o servicios al que se ofrecen o demanden en el mercado”. Esta conducta se considera restrictiva de la competencia e ilegal y significa que, acreditada la conducta, se presume el incumplimiento a la ley de defensa de la competencia.
Esta denuncia tomó mayor relevancia luego de que Luis Caputo lanzara una dura advertencia a las empresas: “Le están declarando la guerra a la clase media. Nosotros, desde el Gobierno, vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para defender a la clase media”, escribió el titular del Palacio de Hacienda.
Luego de que se manifestara el ministro, las prepagas pidieron tener una audiencia urgente con Caputo y expresaron: “Entendemos que la situación es de extrema gravedad, por lo que las empresas pretenden no polemizar a través de los medios, sino, por el contrario, abrir una mesa de trabajo y debate que le permita al gobierno comprender la real situación del sistema de salud privado”, expresaron en el escrito.
Asimismo, remarcaron: “Somos conscientes y nos preocupa el aumento de las cuotas, porque valoramos a los argentinos que han optado por este sistema y es nuestra pretensión hacer todo lo posible para que continúen haciéndolo. Pero debe comprenderse que las empresas de medicina prepaga no son formadoras de precios. En todo caso, el impacto de la inflación del país cruza transversalmente todos nuestros costos, de la misma forma que impacta sobre cada familia argentina”.
Tras los aumentos, las cuotas de las prepagas representan el 30% del salario promedio de un trabajador formal
Las prepagas aumentaron el valor de sus cuotas todos los meses del año después de que el Ejecutivo decidió no intervenir en los precios. En concreto, los aranceles mostraron subas del 30% en enero, del 26% en febrero, del 23% en marzo y 19% en abril. En mayo, informaron que las cuotas tendrán un alza del 9% promedio contra el mes previo.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) reveló cuál es la proporción del gasto de los planes de salud privados dentro de un sueldo formal. Hoy, las cuotas inician desde los $200.000 aproximadamente y representan el 30% de la remuneración promedio.
El trabajo analizó tres variables durante el periodo enero 2013-abril 2024: el aumento de los precios que realizaron las empresas, el dato de inflación medido por el IPC y la evolución del salario. El informe de IARAF demostró en ese lapso, los planes de salud prepagos tuvieron un incremento del 28.105%, por debajo de la inflación general que trepó un 17.866% y el salario promedio 10.523%.
A principios de 2013, el valor del servicio de Omint era de $806, mientras en abril de 2024 alcanza los $227.000. El estudio detalló que el gasto del plan insumía solo el 11% del salario durante 2013. En la actualidad, “el gasto en medicina prepaga dentro del salario tendría, en el mejor de los casos, una incidencia del 30%”.
Según el informe, el salario promedio perdió el 62% de su capacidad de compra de cobertura de salud prepaga en el periodo analizado y destacó una abrupta caída del 32% entre octubre de 2023 y abril de 2024. “La mitad de la pérdida de poder adquisitivo se daría en solamente 6 meses, de un periodo de 12 años”, señalaron.
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