Tras fuerte cortocircuito en la conducción del IOSPER, Marina Alegre dejó su cargo de sub interventora

Luego de una seguidilla de choques administrativos con el Interventor del Iosper, a los que se suman otras diferencias con el Gerente de Intervención Raul Sanchez, la Doctora Marina Alegre tuvo que presentar su renuncia de manera intempestiva, poniendo fin a su labor en la obra social de la provincia a apenas dos meses de iniciada la gestión ordenada por Frigerio.
Según fuentes cercanas a la situación, los roces entre la Doctora Alegre y el Interventor del IOSPER, Mariano Gallegos, se venían acumulando desde hace semanas. Las diferencias, que inicialmente parecían ser de carácter administrativo y operativo, se agudizaron con el tiempo, llegando a un punto de quiebre en las últimas horas. Gallegos, descrito como una figura inflexible en su estilo de conducción, habría mostrado poca disposición para atender los planteos y observaciones de Alegre, lo que generó un clima de tensión insostenible.

A esto se sumó otro frente de conflicto: la relación con el Gerente de Intervención, Raúl Sánchez, quien tampoco logró establecer una dinámica de trabajo colaborativa con la ahora exsubinterventora. En lugar de encontrar en Sánchez un aliado para impulsar sus propuestas, Alegre se topó con otra barrera que la dejó aún más aislada dentro de la estructura de conducción del IOSPER. Según testimonios, sus iniciativas y observaciones no fueron consideradas, lo que profundizó su sensación de marginación y falta de apoyo.

El desgaste emocional que estas tensiones generaron en la Doctora Alegre habría sido un factor determinante, conocida por su carácter apasionado, Alegre habría tomado las discusiones y desavenencias de manera personal, lo que finalmente llevó a que diera un paso al costado. Su renuncia, presentada sin mediar diálogo o negociación con las autoridades del IOSPER, refleja el nivel de deterioro en las relaciones internas y la falta de espacios para la conciliación.

El escenario que se configuró en el IOSPER bajo la conducción de Gallegos y Sánchez parece haber sido determinante en este desenlace. Ambos, provenientes de Buenos Aires, habrían formado una suerte de alianza que marginó a Alegre de los procesos de toma de decisiones, consolidando un estilo de gestión centralizado y poco inclusivo. Esta dinámica, sumada a la falta de receptividad hacia sus propuestas, terminó por agotar las posibilidades de continuidad de la Doctora Alegre en el organismo.

Ahora, la pregunta que surge es cuál será el futuro profesional de Marina Alegre. Según indican fuentes cercanas, todo apunta a que la exsubinterventora podría encontrar un nuevo rumbo en la Cámara de Senadores de Entre Ríos, donde sería recibida por la vicegobernadora Alicia Aluani. Ambas comparten no solo un origen común en la ciudad de Nogoyá, sino también una trayectoria profesional en el ámbito de la salud y una amistad personal que se remonta a varios años. Este vínculo habría sido clave para que Aluani le ofrecería un espacio como asesora en el Senado, brindándole un refugio político y profesional tras su salida del IOSPER.

La renuncia de Marina Alegre no solo marca el fin de una breve pero intensa etapa en su carrera, sino que también deja al descubierto las tensiones y desafíos que enfrenta la actual conducción del IOSPER. En un contexto donde la obra social es un pilar fundamental para miles de entrerrianos, la salida de una figura como Alegre plantea interrogantes sobre el rumbo que tomará la institución y cómo se abordarán las diferencias internas en el futuro. Por ahora, lo único claro es que el cortocircuito en la conducción del IOSPER ha dejado una huella profunda, y sus repercusiones podrían extenderse más allá de esta renuncia.