Hoy por hoy pasa por un acuerdo
Sin lanzar candidaturas y con una bajada de tono anunciada, el kirchnerismo, con Urribarri y Solanas, tuvo un importante- por su convocatoria- aunque simple, encuentro en la Escuela Hogar con un claro mensaje a la dirigencia y militancia.
Mucho se venía hablando de la convocatoria que desde hace varios días venia realizando el kirchnerismo entrerriano para este sábado en la histórica y emblema del peronismo, Escuela Hogar de la capital entrerriano.
Un acto que en principio fue pensado o planificado como plataforma de lanzamiento o impulso inicial de la candidatura a gobernador del actual diputado nacional y dos veces intendente de Paraná, Julio Solanas.
De la mano del ex gobernador y actual presidente de la cámara de diputados, referente máximo del sector, Solanas seria quien represente al kirchnerismo de la provincia en las urnas provinciales del próximo 14 de abril.
Hasta la primera semana de enero ese fue el claro mensaje que había dejado el sector que comenzaba a marcar su fuerte presencia en las calles de la provincia con pasacalles y afiches con la leyenda “Cristina Solanas” y la foto de ambos dirigentes.
A partir de allí, varios movimientos políticos puertas adentro del peronismo, comenzaron a variar el eje y el mensaje del sector.
El hecho premonitorio de que algo ocurriría fue el encuentro del dirigente nacional y ex jefe de gabinete, primero de Néstor y luego de Cristina, con el gobernador Gustavo Bordet y los intendentes Enrique Cresto, José Lauritto y Martín Piaggio como operadores de la reunión.
Quienes conocen el paño de las entrañas del kirchnerismo saben que Fernández, en cuanto a las reuniones con gobernadores y dirigentes de peso, no realiza ningún movimiento sin el aval o monitoreo de la ex presidenta.
Una reunión que se realizó en Buenos Aires en día anterior de que el kirchnerismo entrerriano tuviera su acto en la ciudad de Villaguay mostrando su poderío que fue convocado por Urribarri y Solanas y en el que estuvieron presentes varios dirigentes de peso a nivel nacional como el presidente del PJ Nacional, José Luis Gioja, el ex jefe de gabinete de Néstor Y Cristina, Alberto Fernández y la diputada nacional Cristina Álvarez (sobrina nieta de Eva Perón).
Luego vino una lectura política de este Portal poniéndole palabras al sentir de la dirigencia sin distinción de partidos ni de localidades
El miércoles pasado bajo el título “Fuerte temor en la dirigencia por la traición con el corte y la poda”, se ponía de manifiesto el serio problema que sobrevuela en los principales candidatos del Justicialismo, Cambiemos y Unidad Ciudadana, poniéndose el acento en las localidades más significativas que tendrán los próximos comicios entrerrianos como lo son Paraná, Concordia y Gualeguaychú.
Las posiciones de los intendentes Enrique Cresto y Martin Piaggio que bregaban por la unidad, reconociendo que con un peronismo divido les sería muy difícil, al pegar solo con uno de los candidatos a gobernador, retener sus ciudades en las elecciones.
Al vicegobernador, Adán Bahl, más allá de aspirar a constituirse en prenda de unidad, también se le complicaba el panorama si en los comicios en la capital entrerriana se enfrentan tres listas.
El viernes se suscitaba el hecho político más trascendente que se ha dado en los últimos meses, el reencuentro entre Bordet y Urribarri.
Un encuentro que tuvo una enorme repercusión, y que se sintió muy fuerte en los mentideros de Urribarri y de Solanas.
La reunión realizada en una oficina porteña en presencia de una tercera persona que oficio de mediador, una sentada entre el gobernador y su antecesor que se realizó ni más ni menos por intermediación de cristina Fernández (“la Señora”).
A partir de allí reinó el silencio en la dirigencia justicialista, Bordet no habló ni del encuentro ni de contenido de la charla que indudablemente fue política porque a nadie se le ocurre pensar que cuando dos dirigentes de su talla se sientan a hablar van a hacerlo del clima, de la familia, más aun con las elecciones golpeando la puerta.
Tampoco habló Urribarri sobre lo ocurrido, es más, durante varios días consecutivos, comentan sus cercanos, no le atendió el teléfono a nadie, apareciendo públicamente este sábado ene l encuentro de la escuela hogar.
Las únicas expresiones solapadas que dio Bordet fueron en la reunión de gabinete convocada de urgencia para el pasado lunes, dirigiéndose a las primeras líneas de su gobierno les dijo “Los tiempos y la estrategia política y electoral los manejo yo, no me voy a dejar conducir por ansiedades o intereses ajenos”. Un claro mensaje interno del gobernador.
A partir de aquel cónclave entre Bordet y Urribarri se le bajó el tono al acto del kirchnerismo convocado para este sábado y lo que iba a ser la plataforma de lanzamiento de Solanas se fue convirtiendo en un mero encuentro.
Si bien fuerte e importante por su convocatoria, se pudo ver repleto el salón de la Escuela fundada por Eva Perón, no fue más que un simple encuentro de juventud de Unidad Ciudadana.
Lo abrió Urribarri, en el medio hablaron varios jóvenes, y lo cerró Solanas y como se esperaba y este Portal había anunciado, no hubo ningún lanzamiento de candidaturas.
Un encuentro que tuvo su previa este viernes en el histórico barrio paranaense, bastión del peronismo, Puerto Viejo con otro fuerte acto organizado y convocado por la agrupación “Luche y Vuelve” del diputado provincial Pedro Báez.
En esta oportunidad habló el anfitrión Báez, hablaron varios dirigentes barriales y habló Solanas, todos ellos tuvieron un discurso marcado por las críticas a la cuestión económica que afecta al país, pero en ningún momento tampoco se habló de candidaturas.
Frente a este panorama y los distintos los movimientos políticos suscitados, con una altísima repercusión en los mentideros urribarristas y solanistas, resta saber si van por fuera o hoy acuerdos.
Todo indica que la decisión no pasa por Entre Ríos, sino por Cristina (“la Señora) quien definirá el futuro de los dirigentes kirchneristas locales, comentándose fuerte en los mentideros que hoy por hoy hay acuerdos.
En definitiva, más allá del pedido o aclamación de la militancia, como dicen por lo bajo los mentideros del sector “la Señora decide”.
