Señoras funcionarias y señores funcionarios, aquí no hay nada que festejar

Mientras se viven horas de incertidumbre, bronca, tristeza, impotencia y miedo por la desaparición de Fátima, el gobierno organiza una “fiesta” para las mujeres en Plaza Mansilla y una semana de festejos.

Fátima Florencia Acevedo está desaparecida desde el domingo 1° de marzo, cuando se ausentó de la Casa de las Mujeres, en donde residía luego de haber denunciado a su ex pareja por violencia de género.

En medio de la conmoción de sus amigas, de los colectivos de mujeres y de la ciudadanía paranaense y entrerriana, el gobierno provincial no solo mantiene silencio, sino que además prepara con un clima de algarabía y fiesta la conmemoración del Día de la Mujer con una semana de festejos.

Por estas horas, de suma tristeza e incertidumbre, Plaza Mansilla, el emblema de los festejos del gobierno provincial, vive los preparativos para la feria que se realizará este viernes y que será, según lo definió la ministra de Desarrollo Social, Marisa Paira, “un espacio de celebración y encuentro”.

Las declaraciones de la funcionaria se realizaron el pasado 27 de febrero cuando el rostro de Fátima todavía era el de una víctima anónima más de violencia de género, de los miles y miles de casos de sufrimiento que no trascienden por temor o por ignorancia.

Hoy, que la cara de Fátima es difundida por redes sociales y medios de comunicación en una desesperada búsqueda, desde el gobierno provincial nadie salió a mostrar empatía, solidarizarse con la familia o exigir que se agoten todos los medios para encontrarla.

Luego de cinco días de desaparecida, recién el gobernador se bajó del helicóptero para ponerlo a disposición de la búsqueda.

Mucho menos, claro, nadie salió a decir que las celebraciones programadas no serán tales, y que los encuentros, en cambio, serán oportunidades de darle fuerza al reclamo de Justicia y de repudio hacia la violencia de género, signado por la tristeza de saber que Fátima no está.

No, el gobierno provincial mira para otro lado, hace silencio, ignora la desesperación de la sociedad, de las mujeres, pretende acallar todos los reclamos, el gobierno está de fiesta, como hace rato, más allá del sufrimiento ajeno.

El Día de la Mujer nunca fue una ocasión de festejo, sino que tuvo su origen en un reclamo, en una lucha que en la actualidad, lejos de finalizar, se ha profundizado. Mucho menos ahora hay motivos para celebrar.

Fátima no está, se la llevaron, aunque, mientras escribimos estas líneas, tememos que su desenlace sea el que ningún periodista hoy -ni nunca más- quiere comunicar.

La sensación, una vez más, es de impotencia, de bronca, de temor, de que ninguna está exenta. Quienes somos madres, hijas, hermanas, amigas, tías, sabemos que cualquiera podría ser Fátima, cualquiera podría ser la próxima, sin exagerar.

Las autoridades, los responsables de velar por el bienestar de los ciudadanos, de hacerse parte del reclamo, no solo hacen silencio, sino que además están de fiesta.

Como en tantas otras ocasiones, el gobierno provincial, y peor aún, las funcionarias provinciales mujeres, hacen silencio, pretenden que aquí nada ha pasado, ignoran y ocultan la gravedad de esta preocupante situación.

La vicegobernadora Laura Stratta; la ministra de Gobierno, Rosario Romero; la de Desarrollo Social, Marisa Paira; la esposa del gobernador, Mariel Ávila; la ex senadora Sigrid Kunath, para quien la provincia creó el Observatorio de Género y Derechos Humanos de Entre Ríos, ¿dónde están?.

Qué están haciendo estas funcionarias mientras toda la sociedad busca acongojada a Fátima, a una madre de 25 años, que está desaparecida de la Casa de Mujeres en la que se alojaba, muy probablemente por culpa de su ex pareja, por el simple hecho de ser mujer.

Ella misma había denunciado reiteradamente a su ex pareja ante la policía y había advertido a sus amigas que “cuando termine muerta por culpa de él puede ser que la policía y el juzgado hagan algo”.

Hoy, en la zona este de la ciudad se la busca, se realizan rastrillajes con la ínfima esperanza de encontrarla con vida, pero con la lamentable suposición de que estará muerta. En el centro cívico, delante de Casa de Gobierno, en tanto, se arman los festejos, que se replican por toda la provincia con total falta de empatía.

Sin dudas, todas las entrerrianas sienten la misma impotencia que el resto de las mujeres, la misma desesperación de saber que en el mes de marzo, cada 12 horas, fue asesinada una mujer en nuestro país en contextos de violencia de género.

Las funcionarias provinciales hablan de “oportunidades para las mujeres”, de espacios de “acompañamiento”, de “políticas de género”. Las mujeres entrerrianas hoy tienen miedo.

Al miedo se le suma el desamparo, la sensación que estas mismas funcionarias generan de que a ellas, que son las que están en el poder, las que tienen el acceso a las herramientas para intentar cambiar las cosas, no les interesa luchar por los derechos de las mujeres.

Los colectivos de mujeres, las entrerrianas de a pie, están rogando no ser ellas mismas o sus madres, hijas, hermanas, amigas, tías, sobrinas, abuelas, nietas, la próxima cara que se difunda en las redes sociales y en los medios. Están luchando para que eso no sea así.

Señoras funcionarias, aquí no hay nada que festejar. Las políticas de género en esta provincia están lejos de triunfar, si es que existen realmente, más allá de los discursos vacíos.

Stratta, Romero, Kunath, Paira, Ávila y tantas otras, ustedes, desde el poder, tienen una oportunidad inigualable de realmente luchar por los derechos de las entrerrianas y argentinas, de alzar la voz por todas las mujeres que no pueden hacerlo, porque ya las callaron, y por las que intentan hacerse escuchar desde una universidad, un medio de comunicación, una plaza o donde sea. Pero no, no ven más allá de su propio ombligo.

Fátima, una paranaense, una entrerriana, una mujer, hoy no está. Mientras eso ocurra, mientras un niño pierda a su madre a manos de su padre o de otro hombre, mientras haya mujeres con miedo, no hay nada que festejar.

8 comentarios

Paranaense 6 marzo, 2020 at 2:17 pm

Casualmente no hacen referencia a la municipalidad de Paraná. La chica estaba bajo la protección de la muni y demoraron un día en denunciar. Se pudo empezar a buscarla un día después.

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Patricia Amalia 6 marzo, 2020 at 3:31 pm

Pero si estos viven en una nube de pedos q otra cosa podes esperar???

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La Negri 6 marzo, 2020 at 7:01 pm

Observatorio de violencia de genero, q es eso, solo creado para pagar favores.ASCO!!!!!

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LOURDES 6 marzo, 2020 at 9:17 pm

El gobierno no tiene cara, nos invita a celebrar nuestro dia , a todas, todos y todes que lo entiendan la verdadera celebración la posponemos para cuando Fátima aparezca, Entre Ríos no tiene nada que celebrar, buscando una mujer y madre de 25 años no hay nada que festejar ni ovacionar por favor en que planeta viven, lejos muy lejos de lo que pasa al lado de ustedes.

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Dora 6 marzo, 2020 at 9:22 pm

No hay cambios ni progresos en igualdad de género, no hay nada que festejar o es que este gobierno naturaliza la desaparición de mujeres.

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Antonella 8 marzo, 2020 at 1:45 pm

Mariana Broggi renuncia ya si tenés algo de dignidad

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Manjon maria 8 marzo, 2020 at 5:49 pm

QUIEN va a renunciar si tienen algo de Verguenza

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Moni 9 marzo, 2020 at 7:23 am

Marisa Paira y Mariana Broggi renuncien ya si tienen dignidad. Sus consciencias todas las noches les recordarán qué por su inoperancia hay un feminicidio más en la provincia. Basta de fotos, risas y obsecuencia. Nefastas festejando en la Plaza Mansilla. Asco

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